El concejal y portavoz adjunto del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Valencia, Salvador Broseta, denunció ayer el estado en el que se encuentran cinco esculturas de los jardines de Viveros, al tiempo que ha criticado al consistorio "por no hacer nada" para repararlas "durante todo el verano" y por "dar una pésima imagen de la ciudad". Desde el ayuntamiento, no obstante, se asegura que los técnicos de Patrimonio Cultural están estudiando el problema para proceder a su restauración progresiva, con traslados incluidos.

Las estatuas dañadas son cuatro obras del Giacomo Antonio Ponzanelli, conocidas como "falsas estaciones" porque en realidad representan a cuatro deidades: Diana, Venus, Plutón y Apolo. Las tres últimas están decapitadas y a la primera le falta el brazo derecho, además de estar muy sucias, dice el concejal socialista.

Personajes ilustres

Salvador Broseta ha recordado que "estas esculturas son del siglo XVIII, que proceden del Hort de Pontons, que estaba en Patraix y era la residencia del canónigo de la catedral de Valencia del mismo nombre". "En el siglo XIX -continúa- estas esculturas estuvieron en la Glorieta y en las primeras décadas del siglo XX se situaron en los Jardines del Real, en Viveros. Ponzanelli no es un artista ajeno a la ciudad, que además tiene una calle en Valencia", ha señalado el responsable socialista.

La quinta estatua dañada es "Mujer en reposo", de José Esteve Edo, un desnudo femenino con las piernas cruzadas y en actitud de reposo que también está decapitada. "Por cierto, el escultor Edo tampoco merece tener una de sus estatuas en ese estado, ya que es un valenciano ilustre, hijo predilecto de la ciudad", afirmó Broseta, al tiempo que ha preguntado si "así cuida el PP a nuestros hijos predilectos".

Por último, el concejal socialista recordó que la escultura infantil del Pato Donald, de cerámica policromada, de Vicente Rodilla, situada en el Paseo de Antonio Machado, también en Viveros, está igualmente "en un estado deplorable".

Retirar los originales

En el año 2010 el Grupo Municipal Socialista presentó una moción por el ataque al Tritón de Ponzanelli y propuso "retirar de la calle cualquier estatua que tuviera algún tipo de valor para evitar que fueran afectadas por actos vandálicos". La idea es depositar los originales en algún museo municipal para garantizar su conservación y seguridad.

Ante esta propuesta, el equipo de Gobierno municipal se mostró partidario de iniciar ese proceso, pero "hasta la fecha de hoy no han hecho absolutamente nada", asegura Broseta.

El concejal del PSPV ha recordado que la Ley de Patrimonio Cultural Valenciano "lo deja bien claro, la normativa obliga a las entidades locales a proteger y adoptar medidas necesarias tendentes a minimizar el deterioro, pérdida o destrucción de los bienes de todos los valencianos".

Por su parte, fuentes del Ayuntamiento de Valencia aseguraron que los técnicos de Patrimonio ya están estudiando la situación de estas estatuas para proceder de forma progresiva a su restauración. Eso supondrá, en la mayoría de los casos, el traslado a los locales municipales.