Quince meses después de llegar al Ayuntamiento de Valencia, el portavoz socialista Joan Calabuig afronta un curso político que se antoja difícil por «la falta de ideas del equipo de Gobierno de Rita Barberá», del que dice que está «agotado». El empleo será su caballo de batalla, sobre todo porque en Valencia es donde más crece el paro y «algo tendrá que ver el Ayuntamiento».

¿Cómo describiría lo que ha pasado en Valencia en estos quince meses?

Lo que ha pasado es que no ha pasado nada. Ninguno de los problemas que se iban a solucionar se ha solucionado. Nada de lo que atribuían a Zapatero se ha solucionado pese a que el PP tiene mayoría en todas las instituciones.

Este año lo que se ha demostrado es el ocaso y el agotamiento del equipo de gobierno.

Si yo fuera la alcaldesa le diría que existe un contexto de crisis muy fuerte.

Yo creo que esa no puede ser la excusa, porque Valencia tiene una gran potencialidad. El problema es que Rita Barberá y el PP se han convertido en un tapón. La consecuencia de la mala gestión, de la falta de inversión, de no ejecutar ni sus propios presupuestos y de no hacer las obras del Plan Confianza es que de las grandes ciudades es donde más ha crecido el paro. Aquí la crisis es peor y algo tendrá que ver el ayuntamiento. De hecho, con las inversiones previstas y sin poner ni un duro se podrían crear 4.000 empleos ya, simplemente gestionando mejor.

¿Será el empleo el caballo de batalla de este año?

La principal preocupación de los ciudadanos es el paro. Las políticas de Rajoy también son asunto municipal porque afectan a todos. Si le cortas los recurso a los trabajadores públicos en una ciudad de 56.000 funcionarios el impacto es brutal ¿Cómo va a ser la Navidad este año aquí si hay 56.000 personas que gastaban un sueldo y ahora no lo van a tener? Y lo peor es que ahora nadie levanta la voz.

Hay dos proyectos de ciudad que dependen de eso, la dársena y el Parque Central.

Se dijo que el problema de la dársena era el Gobierno central y ahora pasan los meses y no hay proyecto, ni ideas ni soluciones. Y así te pilles lo que te pilles. La ciudad está parada y no tiene iniciativa. Es más, hay algo más grave y no es problema de recursos. La dársena es un problema de gestión y aún está sin aclarar cuándo va a pasar la gestión al Consorcio. Hay una cuestión evidente y es que el victimismo era partidismo. Las reclamaciones no se planteaban cuando era de interés para los valencianos sino para el PP y se ha dejado de levantar la Senyera cuando el Gobierno es del PP.

Usted siempre habla de buscar acuerdos. ¿Podría haber un pacto sobre el Cabanyal?

Desde el primer día le trasladé a la alcaldesa la voluntad de contribuir a la solución del Cabanyal, pero el equipo de Gobierno no se ha movido un milímetro de sus posiciones y eso que ha habido voces muy cualificadas como las universidades que han apoyado nuestras propuestas. Las circunstancias no van a permitir antes de 20 años hacer nada, concentrémonos, pues, en lo que ahora se está haciendo, que es trabajar todos juntos, los del ?si? y los del ?no?, porque la prioridad no es dividir el barrio sino acabar con la degradación.

¿Dónde está el obstáculo?

En este caso se ve que es personal y ese empecinamiento está resultando incómodo incluso para el propio PP. ¿Qué les impide al menos dejar de ahogar el barrio? Es un Gobierno acostumbrado a tener una posición muy soberbia y arrogante y cuando hemos querido hacer algo ha sido muy difícil. En otras cosas con intervención menos directa como lo del Valencia CF no ha habido tantos problemas.

Estos días está sobre la mesa el problema de Velluters (prostitución) y me imagino que también los presupuestos

Velluters es otro ejemplo de lo que decimos. Llevamos año y pico pidiendo una ordenanza y tuve que ser yo antes del verano el que le escribiera la alcaldesa para decirle: Oiga, hagan algo. Da la impresión de que es un elefante paralizado, viejo, que no tiene ninguna perspectiva de futuro.

Los presupuestos, le decía, pueden servir para tomar el pulso al Gobierno.

Eso ya se ha visto en los últimos años. La deuda se ha multiplicado por 5 en una década y no porque se hayan hecho inversiones, sino por desfases presupuestarios. Y la inversión era de 63 millones y el año pasado fue de 33. Se ha dado prioridad al pago de la deuda y a los bancos y los próximos presupuestos estarán marcados por eso.

Usted ha propuesto un debate sobre el estado de la ciudad y la alcaldesa no lo ha aceptado.

En todas las ciudades hay debate y aquí ni siquiera podemos hacer esto. Esta señora lleva 21 años sin debatir con nadie. Eso es muy grave, porque podríamos proponer medidas para reactivar la economía y el empleo y así no hay opción. Y lo peor no es que no debata con nosotros, lo peor es que Rita Barberá cada vez es menos interlocutora del Gobierno central. Hay poco dinero, pero a Galicia sí le están haciendo el AVE, osea, que hay otros que sí influyen en las decisiones del Gobierno. Aquí parece que han entrado en un proceso de decadencia también en eso.

Habla de ocaso del Gobierno. ¿Cree que puede haber novedades en el PP esta legislatura?

Cuando una persona se va 40 días de vacaciones es porque ya no está en la cuestión. Se pierden 200 profesores en Valencia ciudad y no ha habido ni una referencia, una reunión con las Ampas, una pregunta, nada. Esto es de un Gobierno que está de salida, que no mira al futuro, que está de vuelta de todo. Está en una situación terminal y ella sabe (Rita Barberá) que el proyecto del PP para Valencia está agotado.