Entidades culturales y ciudadanas participaron este sábado en la primera 'Ruta del abandono Cultural y Patrimonial', un recorrido por algunos monumentos y espacios de interés de la ciudad de Valencia que pretende "señalar a la ciudadanía los puntos negros de la desidia institucional valenciana", según sus responsables.

Con este itinerario, se abre la nueva temporada de rutas ciudadanas conocida como 'La Ruta del Despilfarro'. Partiendo de la visita a las partes más ocultas de la Muralla Árabe, "rehabilitación repetidamente postergada y reiniciada por presión vecinal", se inició un "clarificador recorrido que incluye actuaciones vergonzosas y, las más de las veces, al contrario, carencia de las más urgentes e importantes vulnerando con ello tanto las sufridas promesas electorales como la propia legislación valenciana y nacional de protección y rehabilitación", según estos colectivos.

El recorrido

De esta forma se muestra "el evidente abandono del Museo de Bellas Artes San Pío V, la cesión del mejor patrimonio arquitectónico industrial valenciano de las Naves Cross en favor del Arzobispado, el deterioro premeditado de un barrio tradicional marinero como el Cabanyal y su rico patrimonio modernista, el contraste del Monasterio San Miguel de los Reyes, sede de la Biblioteca Valenciana, con su degradado entorno y la barbarie del conjunto de Alquerias medievales de Benicalap en situación de peligro de derrumbe por dejadez del Valencia CF y del Ayuntamiento".

También se denuncia el estado del "devastado Camí del Pouet, último camino rural que reunía casi 10 siglos de la historia de Valencia ahora rescatado del olvido por la Ruta para vergüenza de los responsables públicos del patrimonio, la desacertada rehabilitación del conjunto de la Cárcel Modelo en una mezcla de intereses políticos y comerciales de dudoso valor público y, finalmente, la polémica restauración de la Plaça Redona en Ciutat Vella".

Como en las anteriores Rutas del Despilfarro, en el autobús y los puntos se suman diferentes portavoces vecinales y de asociaciones de defensa del patrimonio histórico y cultural (Miguel Wiergo, Salvem el Cabanyal, Cercle Obert y Círculo por la defensa del Patrimonio, Salvador Blanco ex-Salvem la Model, antiguos moradores del Pouet de Campanar, etc), "quienes transmiten a la ciudadanía y a los medios de comunicación sus demandas frente a la desidia institucional valenciana, tan ocupada en los numerosos casos de corrupción y despilfarro en gastos y obras inútiles", concluyen.