La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, defendió ayer la imagen de Valencia y de los políticos, atacó duramente las propuestas soberanistas y exaltó el papel de los ayuntamientos en la actual crisis económica. Fue en una conferencia pronunciada en el Fórum Europa de Madrid en la que tuvo como presentadora a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría, y en la que predominó la política nacional sobre la local. Sólo en el turno de preguntas Barberá reclamó mejor financiación para Valencia y reiteró su "disgusto" con el reparto de los presupuestos. Y en contra de lo previsto, declaró por primera vez que volverá a ser candidata a la alcaldía en el año 2015. "No sé hacer otra cosa y me apasiona", respondió ya al final de su intervención.

Utilizando como eje las palabras de Julián Marías según las cuales "se está tratando de convencer a los españoles de que este país no vale la pena", la alcaldesa apeló a "las capacidades y fortalezas" de la sociedad para salir de la crisis. En esa dinámica y "sin titubeos" está ya Mariano Rajoy, dijo, cuyas "durísimas medidas" admite que "disgustan" a la ciudadanía y "solo por ser necesarias deben ser comprendidas".

Al igual que el presidente del Gobierno, piensa que la prioridad es la reducción del déficit y en este sentido defendió el papel de los ayuntamientos, que, según dijo, apenas aportan 0,38 puntos de déficit a los 8,51 con los que se cerró el año 2011. "Incluso en estos años -dijo-, hemos seguido prestando servicios con la urgencia de ser la primera puerta" y sin ser a veces los administradores de determinadas responsabilidades.

Reparto de competencias

Con estas premisas, pues, se puso del lado del Gobierno para defender la idea "una administración, una competencia". En su opinión, los servicios debe darlos quien más cerca esté y más barato los preste y en este sentido defendió el papel de las autonomías, que "por proximidad conocen mejor el problema y proponen mejores soluciones". Pero "con racionalidad", matizó. "Perder competencias no es perder poder, ni asumir más competencias es ganar", dijo la alcaldesa, quien lamenta que "las autonomías se aferren a una espiral de poder que arranca de esa falsa percepción, escudándose en el victimismo, regodeándose de una manifiesta voluntad de ser diferente, invocando el falso derecho de una burda asimetría y, lo que es peor, señalando a su propia nación como su peor enemigo".

Empezaba de esta manera el alegato de Rita Barberá contra el secesionismo, colocado en su punto de mira ya desde el pasado 9 d'Octubre. "Nunca es bueno que haya inestabilidad política y menos en este momento, aunque lo que está pasando no es una novedad, sino una manifiesta irresponsabilidad", precisó. En consecuencia, añadió, "no se debe intentar contentar a quienes no se van a contentar".

La alcaldesa lamentó, asimismo, la contradicción de que habiendo salido de las urnas y siendo conocido por éstas "utilicen los recursos del sistema para ir en contra de ese sistema". "Se están repudiando a sí mismos", avisó.

Catalanismo en Valencia

Y como colofón a este apartado y a preguntas de la concurrencia, se refirió a la posible expansión del catalanismo en Valencia, un asunto que no le da miedo porque "ya viene de lejos". Según dijo, "llevamos años y años con esta cuestión" y no ve extrañeza alguna en que el ministro de Educación, José Ignacio Wert, hable de "españolizar" en España cuando la consellera catalana habla de "catalanizar el sistema educativo".

En Valencia, explicó, la Generalitat de Catalunya financia una entidad que se llama Òmnium Cultural, que "se dedica a catalanizar hace años la cultura valenciana y balear". "Edita libros, subvenciona actividades, hay una sede en Valencia y con sorpresa pude leer que la Dama de Elche es parte de la cultura catalana o que Joanot Martorell o Ausiàs March son catalanes", dijo Barberá para justificar su ausencia de temor. Lo que no le gusta nada, añadió, es que "esos excesos de Cataluña los tengamos que pagar todos los españoles y especialmente los valencianos. Con los sueldos de mis funcionarios no se pueden pagar esos excesos", remarcó ante un público que acogió estas palabras con la gran salva de aplausos de la mañana.

Ante estos y otros intentos como los de convocar un referéndum, Rita Barberá propone más estado de derecho, más ley y más Constitución. Rigor y diálogo, dijo, para lo que invitó al partido socialista a hacer una oposición "fuerte y leal" alejada de "seguidismos radicales".

La imagen de la comunidad

Sólo en la parte final de su conferencia, la alcaldesa habló de su "querida Valencia". El tono nacional se tornó local, aunque sólo levemente local, porque cuando habla de Valencia capital, dijo, también habla de la comunidad.

Lo hizo, además, para defender la imagen de esta tierra, para asegurar que "Valencia es mucho mejor que la imagen que en los últimos tiempos se está dando de ella". Según Rita Barberá, "se está tratando de focalizar en la Comunitat Valenciana todos los males que nos acechan como país y como políticos". Y "no voy a ocultar que hemos dado argumentos", admitió, pero "también se ha utilizado como cortina de humo para tapar incendios de otros lugares". "No seré yo quien justifique lo injustificable, pero ejemplos peores hay de todos los colores y en todos los sitios", añadió.

De Valencia hay que destacar, a su juicio, la contribución que está haciendo a la salida de la crisis e incluso el papel de avanzadilla que está representando. La Ley de Transparencia, la administración electrónica, los eventos, que "sólo son denostados si ocurren en Valencia", la Marina Real, el corredor mediterráneo o su plan para abrir Valencia al mar a través del Cabanyal son los asuntos en los que trabaja en la actualidad para "recuperar el prestigio de la marca Valencia".

No hizo, sin embargo, ninguna reivindicación al Gobierno. Sólo a preguntas de los presentes habló de su "disgusto" con el reparto de los presupuestos y de la financiación autonómica. Según Rita Barberá, la comunitat está "infrafinanciada", ya que recibe 300 euros por habitante menos que la media española. Y eso es así porque hay un millón de personas que residen aquí y que no cuentan a efectos de financiación. "Si Valencia hubiera recibido la media de España la situación financiera sería la mitad de dura que es en este momento", dijo.

Por lo que se refiere a los presupuestos, recordó que la Generalitat ha perdido un 35 % y que Valencia ha caído un 45 %, pero asegura que "los valencianos somos solidarios, sabemos de dónde viene el problema y dónde está la salida, y, por tanto, entendemos con dolor que no se podían hacer otras cuentas".

Rita Barberá remató su intervención con un anuncio personal. Del público le preguntaron si se presentaría en 2015 o sería candidata a la Generalitat. Y a la primera pregunta respondió sí. "No sé hacer otra cosa que ser alcaldesa y me apasiona", dijo tras 21 años en el cargo. A la segunda, sin embargo, respondió no. "No tengo ninguna intención, los compañeros lo saben y el partido también. Alguna oportunidad he tenido ya y no he querido", remarcó.