Las obras de la fundación de El Bulli, el centro creativo proyectado por Ferran Adrià, comenzarán en febrero de 2013, según ha anunciado el propio cocinero en una charla para promover entre los universitarios la innovación, la creatividad y las nuevas tecnologías como motores de la transformación.

El prestigioso cocinero español ha explicado en el abarrotado auditorio de la Facultad de Bellas Artes de Valencia los motivos que le llevaron a cerrar su mundialmente famoso restaurante El Bulli y a centrarse en este nuevo proyecto, en el que busca "compartir" sus reflexiones para "ser eficiente en la creatividad".

El que fue declarado como uno de los cocineros más influyentes de la última década ha confesado estar "obsesionado" con el proceso creativo y ha asegurado tanto que "no existe ningún dogma" como que la creatividad pasa por "buscarse la vida".

Adrià colabora con Telefónica en el proyecto "Juntos para transformar", con el que está de gira mundial y que, según ha explicado, busca "que este país tenga el ADN de innovar como algo normal, que se enseñe desde la infancia".

Un locuaz y bromista Ferran Adrià ha hecho un repaso ante los estudiantes de la trayectoria de El Bulli y de las estrategias de "transformación" que ha seguido a lo largo de los años para "seguir creando al mismo nivel".

Cerrar seis meses para "reflexionar", suprimir la carta, cerrar a mediodía, separar la producción de la creación, apostar por una infraestructura de cocina vanguardista o hacer una retrospectiva han sido algunas de las decisiones que ha tomado a lo largo de su vida para que su restaurante mantuviera el nivel que le llevó a la fama.

"En 2009 pasaba algo y había que transformarse, por eso nos tomamos tres años sabáticos y decidimos crear una fundación -para devolver a la sociedad la suerte que hemos tenido- y crear un centro de creatividad en Cala Montjoi", ha explicado.

Con un proyecto arquitectónico de Enric Ruiz Geli, "elbullifoundation", el nombre que recibe el centro, se ubica en el mismo lugar donde estaba el restaurante aunque tendrá 600 metros cuadrados más y tres edificios nuevos, según ha explicado.

El Bulli seguirá como restaurante sólo por invitación y habrá un lugar para el estudio -"el ideario"-, otro para poner en conjunto el trabajo de equipo -"brainstorming"- y otro para relacionarse con otras disciplinas -"worksharing"-, además de un plató "en continuo cambio" y una cocina donde "se harán pruebas para divulgarlas por internet".

Adriá lo define como "un centro experimental" sobre eficiencia en innovación, estudiando procesos y la manera de auditar esa eficiencia, utilizando la cocina "como lenguaje, dialogando con otras disciplinas y compartiendo el resultado a través de Bullipedia".

"Actualmente trabajamos en ver cómo la tecnología puede ayudar en el proceso creativo", ha señalado el cocinero, en cuyo modelo de creatividad eficiente tiene un papel fundamental una aptitud de intuición, talento, reflexión y visualización de futuro, así como una actitud de "trabajo, esfuerzo, práctica, respeto y capacidad de focalizar".

Para Adrià, "sin pasión no hay innovación" y para ser más eficientes hay que tener "ambición, competitividad y valores humanos".