"¿Y ahora qué?" Los vecinos de la urbanización la Casbah, en la playa de El Saler, no cesaban ayer de hacerse esta pregunta. Dos remolcadores habían logrado de madrugada sacar de la trampa de arena al buque "BSLE Sunrise" después de 34 día de intensos trabajos. Por primera vez desde el 28 de septiembre los vecinos no tenían enfrente la inmensa mole del carguero privándoles del horizonte que domina el puerto de Valencia.

Tras el rescate del barco, precedido en una semana por el del carguero "Celia", atrapado la misma noche y bajo la misma tormenta, las incertidumbres provocadas por un polémico deslinde de Costas regresan a la Casbah, aunque agravadas ahora por una playa que ha perdido casi 100 metros. La arena deja paso libre a las olas que ya golpean sobre el pequeño paseo marítimo, de reciente construcción, que separa las viviendas del mar.

Para los vecinos , el responsable "último", aunque no único, del drama que se avecina fue el barco rescatado. "Todos lo vimos: La noche del 28 de septiembre y al día siguiente la tripulación intentó sacar el barco con sus motores principales y destrozó la playa".

Las turbulencias provocadas por la hélice no liberaron el "Sunrise" pero helaron la sonrisa de los vecinos: la arena desapareció arrastrada por las corrientes y las dunas que había costado una década hacer plenamente funcionales se desmoronaban dejando pequeños y frágiles acantilados de arena.

"Si no paran los motores ahora no quedaría nada", asegura un inquilino que lleva 20 años en la Casbah. Según sus cálculos, la playa ha retrocedido en el tramo ocupado por el "Celia" y el "BSLE Sunrise" casi 100 metros, la mayoría en la primera noche. El armazón metálico que soportaba la silla del socorrista emerge ahora desde el agua, como dando la razón y la verdad al vecino.

En tierra firme las cosas no fueron mucho mejor. El primer frente de dunas se ha venido abajo y la vegetación de las que han sobrevivido está muy tocada tras el paso de miles de personas que han seguido el rescate de los buques como si de un culebrón de éxito se tratara. Todavía ayer se acercaban por decenas-antes, después o como alternativa a los cementerios- y se marchaban decepcionados mientras a escasos metros los vecinos celebraban "el fin de la pesadilla. 1.ª parte".

Recuperación

El Capitán Marítimo de Valencia, Felipe Cano se acercó también hasta la playa que le ha quitado el sueño en el último mes. La operación "rescate" para el litoral "está en marcha" dijo. "Existe un compromiso de los armadores y creo que podremos comenzar pronto".

Según explicó el oficial, la primera tarea será cerrar los canales abiertos por las dragas. El temporal marítimo de ayer, muy intenso, ya hizo parte del trabajo. "Sobre las dunas no queda otra que rehacerlas", admite Cano, que no sabe si habrá que traer arena de otro sitio. El Ayuntamiento de Valencia, gestor de las dunas, dispone de experiencia aunque anda escaso de recursos. Un informe de la Oficina Técnica Devesa Albufera cifra en 56.000 euros los daños a las dunas y en 15.000 las plantas que será necesario reponer. Más caro y complicado sera sin embargo recuperar el perfil de la playa que ayer amaneció como huérfana.