Sin someterse a la dependencia de las subvenciones y los grandes patrocinadores, las fallas que forman la Federación de Primera A mantienen la cohesión de grupo por el mero gusto de organizar algunos actos y sentirse, de alguna forma, ligados. Es un colectivo más dinámico porque, aunque poco, sus componentes entran y salen. Este año, por ejemplo, ha bajado de sección Obispo Amigó-Cuenca, pero tiene hasta dos años para regresar, algo que esta comisión tiene más que factible. Por contra, se incorpora este año una de las comisiones pujantes: Justo Vilar-Mercado del Cabanyal. Las once comisiones son el grueso de las quince que componen este año la categoría de plata.

Los once proyectos, con sus correspondientes infantiles permanecerán expuestas en el Ateneo Mercantil hasta el día 11.

Además del descenso en el número de participantes en la categoría „ha perdido cuatro, aunque algunas de ellas compitieron ahí contra su voluntad el año pasado„, la declaración de precios ha ido a la baja por las previsibles apreturas económicas, tanto reales como instrumentales como consecuencia de la subida del IVA. De cualquier modo, esta categoría mantiene un nivel competitivo al que la Federación se suma de forma entusiasta con unos proyectos de indudable categoría. A pesar de las necesidades económicas para mantener los talleres, llama la atención el hecho de que doblar trabajos (una falla de Especial y una de Primera A) sólo lo hace Pere Baenas, quien plantará en el Mercado del Cabanyal, aparte de en la Plaza del Pilar „y en muchas otras„.

Por contra, las fallas de la Federación mantienen el concepto de trabajos de lanzamiento para artistas. Este año destaca el debut ya a este nivel de Carlos Carsí, uno de los artistas que más se ha distinguido por echar mano del ingenio y gracia en los últimos años „rematado con tres victorias en este apartado el año pasado„.