Se preveía una reunión difícil ya que la asamblea general de la Semana Santa Marinera debatía las modificaciones que se realizarán en los estatutos que regulan la fiesta para concretar algunos «vacíos» existentes, por orden del arzobispado de Valencia. Sin embargo, la sangre no llegó al río y la reunión duró, incluso, menos de lo previsto a pesar de la alta participación ya que acudieron 77 delegados de los 93 que estaban convocados.

Y es que solo seis entidades (de las 31 que conforman la Semana Santa Marinera) presentaron enmiendas a la modificación de los estatutos, concretamente la hermandad de Vestas del Santísimo Cristo del Buen Acierto, la junta parroquial de Cristo Redentor - San Rafael Arcángel, la hermandad del Descendimiento del Señor, la de Nuestro Padre Jesús Nazareno, la Corporación de Pretorianos y Penitentes y la hermandad del Santo Encuentro.

Sin embargo, las enmiendas presentadas respondían más a puntualizaciones de algunos aspectos y no implicaban grandes cambios a la propuesta planteada por la propia Junta Mayor, que proponía, entre otros asuntos, que las nuevas hermandades tuvieran un tiempo de prueba de tres años —en los que ni tendrán derecho a voto en las asambleas ni recibirán subvención alguna, aunque sí estarán obligados a participar en los actos colectivos que organiza la Junta Mayor— tal como ya adelantó Levante-EMV.

La mayoría de las enmiendas presentadas hacían referencia al número concreto de cofrades que se exigirá de ahora en adelante para formar nuevas entidades. Se barajaron distintas cifras —que oscilaban entre los 20 y los 40 miembros— aunque, finalmente, también salió adelante la propuesta de la Junta Mayor. Es decir, en cuanto el arzobispado de Valencia dé el visto bueno al documento aprobado en la asamblea general será necesario un mínimo de 25 cofrades, personajes bíblicos, colaboradores y bandas de música, aparte.

Censor de cuentas

Ahora bien, la junta parroquia de Cristo Redentor - San Rafael Arcángel presentó una propuesta que sí salió adelante y que implica que, a partir de ahora, cualquier modificación que realicen las hermandades en su indumentaria deberá contar con el beneplácito de la asamblea general. Es decir, si alguna entidad quiere cambiar el color de la capa, añadir algún elemento o suprimirlo deberá someterlo a debate. Hasta ahora tan solo era necesario que la Junta mayor diera su visto bueno.

La otra novedad que también incluye la modificación de estatutos responde a la enmienda presentada por la hermandad del Santísimo Cristo del Buen Acierto, que propuso la figura de un censor de cuentas en cada una de las juntas parroquiales de la fiesta (Cristo Redentor, Nuestra Señora de los Ángeles, el Rosario y Santa María del Mar) para que, de forma anual, presente el correspondiente informe. La asamblea general respaldó esta iniciativa para ayudar a mejorar el balance económico de cada ejercicio.

Otro de los aspectos que se concretaron en la asamblea del pasado miércoles fue el de quién ocuparía la presidencia de la Junta Mayor y al responsable de la misma le ocurriera alguna cosa o enfermara ya que los estatutos actuales no reflejan esta situación. Tras la asamblea se decidió que el cargo de presidente lo ocuparía el vicepresidente hasta que concluyera el ejercicio y se volvieran a convocar elecciones.

En definitiva, y según fuentes de la Junta Mayor de la Semana Santa Marinera, las enmiendas presentadas por las hermandades «más que críticas eran propuestas para mejorar la fiesta, que es de lo que se trata y por lo que trabajamos todos».