«Todos queremos una ciudad más verde y humana. Así que subid a la bicicleta, y adelante». Estas palabras fueron el pistoletazo de salida para los más de 300 ciclistas (e incluso algún atrevido en monociclo) que recorrieron ayer las calles de Benimaclet y el bulevar periférico Norte de Valencia en un paseo reivindicativo que tenía el objetivo de reclamar una ciclocalle en la Ronda Norte.

«La ronda tiene un carril bus que lleva más de siete años en desuso, por lo que queremos que este carril se recicle y pueda ser utilizado por los ciclistas», explica Sendo Klein, uno de los organizadores. De la misma manera, y como avanzó Levante-EMV, desde la Empresa Municipal de Transportes (EMT) se corroboró que «ningún autobús pasa por ahí de forma habitual. Únicamente alguno que se retira a cocheras o que se haya averiado».

Pese a que los ciclistas tienen prohibida la circulación por la acera, y las multas pueden llegar a los 300 euros, Sendo Klein afirma que es «inviable» circular por la calzada de la Ronda Norte, ya que los estudios hechos por el grupo Cazavelocidades (formado por seis miembros de Valencia en Bici) han concluido que el límite de velocidad de la ronda es excedido por los automóviles de manera usual: «Muchos automóviles circulan a 100 km por hora en una zona limitada a 50, por lo que la gente no se atreve a circular por la calzada. Yo por ejemplo llevo 25 años usando la bicicleta, e intento no circular por la ronda».

Así, la mejor solución para evitar que se repita la imagen del ciclista por la acera en esta zona, asegura Klein, es transformar el carril bus: «De esta manera, el ciclista tendría un lugar seguro por el que circular, y el peatón recuperaría la acera.»

El recorrido, organizado por la Asociación de Vecinos de Benimaclet, la plataforma Acción Ecologista-Agró y la organización Valencia en Bici, se inició alrededor de las 12 del mediodía en la Plaza de Benimaclet, y siguió por varias calles del barrio antes de llegar a la Ronda Norte, lugar donde se añadieron más ciclistas, para volver finalmente a Benimaclet de nuevo a través de la avenida Cataluña.

A lo largo del trayecto, los ciclistas fueron pegando por calzadas, postes y farolas un cartel donde podía leerse el mensaje que pretenden hacer llegar al Ayuntamiento: «Recicla el carril. Recuperemos la acera para el peatón y la calzada para el ciclista en la Ronda Norte».

Ramón, estudiante de la Universitat de València, María, ama de casa, o Jesús, funcionario, son algunos de los usuarios asiduos de la bicicleta que no dudaron en acercarse a la movilización en un domingo de bajas temperaturas con tal de secundar la adaptación del carril bus para que, como dice María, «algún día sea posible que nuestros hijos puedan circular en bicicleta sin peligro por la Ronda Norte». De momento, el Ayuntamiento de Valencia no tiene previsto adaptar el carril ni a corto ni a largo plazo.

Pese a que el frío, según Fernando Mafé, organizador del evento, pudo provocar que no acudiera más gente, el acto sirvió para que los ciclistas reivindicaran la apertura de un ciclocalle cuya adaptación (la cual sería «prácticamente gratuita») permitiría un transporte más seguro y ecológico en la zona norte de la ciudad.