Antes de señalar que Germinal Peiro es diputado socialista en la Asamblea Nacional Francesa y ha sido el ponente de un proyecto de ley de eutanasia activa que fue rechazado en la era de Sarkozy y que ahora ha sido rescatado por el Gobierno de Hollande, tal vez convendría escucharle una anécdota. Todavía recuerda con dolor cuando fue al hospital y vio a un tío suyo moribundo con unos dolores más grandes de lo aceptable. "Aquello fue horrible. Salí al pasillo, le dije al médico que aquello era inhumano y convencí a la familia de que hiciera algo. Enseguida, los médicos le aumentaron la dosis de morfina y la agonía se acortó".

Con el tiempo, Germinal Peiro se ha convertido en uno de los abanderados de la eutanasia activa en Francia. Ayer, antes de abordar la cuestión en el Fòrum de Debats de la Universitat de València, concedió una entrevista a Levante-EMV en la que proclamó de forma clara su visión: "Es atroz dejar a la gente morir con sufrimientos al final de su vida. ¡No se puede dejar morir a la gente! Si una persona sufre demasiado, hay que ayudarla a morir. Hoy tenemos medios químicos de sedación para conseguirlo. Y hay una cosa fundamental: nuestro corazón y nuestra vida nos pertenece. Así pues, necesitamos un derecho para morir dignamente, como uno mismo elija", subraya.

En Francia sólo existen dos posibilidades para acompañar a la persona en el final de la vida: administrarle cuidados paliativos o que el paciente pueda rechazar el tratamiento que alarga su vida. Ambas prácticas son lo que se conoce como eutanasia pasiva. Pero, como sucede en España, no se puede acortar de manera activa la vida de una persona, no cabe en la legislación francesa la eutanasia activa. "Si los médicos le administran al paciente un producto que le provoca la muerte, serán juzgados como criminales", explica Peiro.

El diputado socialista fundamenta el derecho a la eutanasia activa en dos conceptos: "libertad y dignidad". "En Francia, si acabas en un hospital que practica cuidados paliativos, te ayudarán a morir. Si recaes en otro, serás mal acompañado en el final de la vida. Asimismo, si tienes un amigo doctor, te ayudará en ese trance. Pero si no conoces al médico, no serás ayudado. Por tanto, hay una desigualdad entre los ciudadanos. Y es necesaria una ley que permita a todos elegir libremente cómo quieren que sea el final de su vida", reivindica Germinal Peiro, uno de cuyos abuelos nació en Cullera, donde él mantiene una vivienda y acude un par de veces al año.

En un punto se muestra expeditivo: "No se trata de ayudar a la gente a suicidarse, sino de ayudar a las personas en el final natural de su vida, cuando son enfermos incurables y el final sólo es cuestión de tiempo. Porque, cuando se deja morir a una persona durante días y días, durante semanas y semanas, se cree que la persona pierde su dignidad que ha conservado a lo largo de toda su vida", afirma el diputado francés.

"La presión de las iglesias"

Después del rechazo de Sarkozy y su partido a la ley de eutanasia activa que defendió el socialista Germinal Peiro, François Hollande ha retomado la cuestión como prometió en campaña electoral. El informe que ha solicitado el presidente será presentado el próximo martes. Después, se prevé que el Gobierno pilote un proyecto de ley sobre la materia. Parece cuestión de tiempo que salga adelante. ¿Habrá una extensión a España del debate de la eutanasia? Peiro cree que "es posible", y advierte de "las presiones de las iglesias para frenar este proyecto" que ha habido en Francia y que también se encontrarían en España.

Sin embargo, considera que el derecho a la ayuda activa a morir llegará pronto o tarde. "La gente busca nuevos derechos porque no quiere sufrir. En este época, la sociedad no lo puede aceptar". Y remacha una idea: "No se trata de matar a gente, sino de permitir un pase a la muerte más digno siempre que esa decisión sea solicitada por el enfermo, acordada por la familia y validada por los médicos", defiende.