Una numerosa representación de los 1.600 jubilados que acuden a diario a las tres aulas de la tercera edad que hay en Valencia se manifestó ayer a las puertas del Palau de la Generalitat para denunciar la desaparición de este servicio de los presupuestos autonómicos y el consecuente cierre de las clases. Consideran esta medida un ataque al derecho de las personas mayores a acceder a la cultura.

El año pasado la asignación de la Generalitat Valenciana a las 8 aulas de la tercera edad que hay en la Comunitat fue de 150.000 euros, pero este año esa partida ha desaparecido de las cuentas autonómicas y el temor general es que a 1 de enero o al final de curso acaben cerrando y dejando en la calle a los 4.500 jubilados que acuden a diario a sus clases.

Así pues, las tres aulas de Valencia (L'Eixample, Jesús-Patraix y Grau), así como la Federación Valenciana de Aulas de la Tercera Edad (Fevated), se manifestaron ayer ante el Palau de la Generalitat para exigir que se mantenga esta partida dentro de la Conselleria de Cultura y no se trate como servicios sociales, que es la opción puesta sobre la mesa.

"Una ilusión"

"Este es el segundo año que acudo al aula de la calle Burriana y voy a tres cursos de geografía, historia y arte", comentó María Rosa, quien asegura que esta actividad "es muy importante, es una ilusión".

Pagando una matrícula de 110 euros al año pueden elegir entre cinco cursos, incluidos temas estrictamente educativos, actividades deportivas e idiomas, que ayudan a la estimulación de los mayores y a la prevención de enfermedades mentales, añaden Carmen y María Dolores. Lola, por ejemplo, lleva diez años acudiendo a estas aulas y asegura que la gimnasia o el yoga son muy importantes para el desarrollo de las personas.

Durante la protesta, los asistentes corearon consignas contra los recortes de la Generalitat Valencia y en favor de su permanencia en la Conselleria de Cultura. No hacerlo así lo entenderán como "una discriminación por ser mayores".