En una calle de apenas 200 metros los vecinos cuentan con un contenedor para depositar los plásticos, otra para el cartón y tres de residuos orgánicos que, para más "inri", "casi siempre están abiertos y a rebosar de basura" con las consecuencias molestias "de olores, plagas y moscas". Así lo aseguran los vecinos de la calle Fuente Encarroz, en la Malva-rosa, que exigen que trasladen a otro lugar dos contenedores de residuos orgánicos "porque no han estado aquí toda la vida".

Es más, explican que cada año, cuando finalizan las fiestas falleras, el contenedor que se trasladó allí por motivo de los cortes de las calles ya no regresan a su lugar de origen.

Por ello, los residentes en esta calle reclamaron al ayuntamiento que se llevaran los dos contenedores de orgánico que "sobran". Sin embargo, el servicio de Limpieza les contestó que "las unidades de esta calle son las establecidas" ya que "así se ocasiona una molestia menor al conjunto de vecinos".