Los gestores de la depuradora de Pinedo pagaron con dinero público los gastos más peregrinos. La planta llegó a tener una cuenta en una conocida marisquería de Valencia a la que sus dirigentes acudían casi semanalmente. Al mismo tiempo que se abonaban facturas por las mejores parrilladas de gambas de Dénia o los centollos más sustanciosos, la empresa pública Emarsa estuvo a punto de ver como le cortaban la luz por los constantes impagos a su proveedora, según reveló ayer al juez el excontable de la planta, Martín Santos Peral. Este extrabajador de la saqueada empresa pública reconoció que entró a trabajar en la planta por sus contactos en el PP.

Santos Peral explicó que el exdirector financiero imputado en la causa, Enrique Arnal, era quien trataba con Iberdrola porque "nos querían cortar la luz" por el dinero que se les debía porque "sus facturas subían una barbaridad". El excontable explicó que Arnal "llegó a un acuerdo de pagos para que no la cortaran".

Al mismo tiempo que se producían estos problemas de solvencia con uno de los proveedores de servicios básicos, la depuradora de Pinedo abría una cuenta en una conocida marisquería de Pinedo. Santos Peral explicó que fue el exgerente Esteban Cuesta quien decidió incorporar esta línea de gasto. Según ha podido saber este periódico, casi semanalmente se celebraban comidas en este restaurante a cuenta de Emarsa. El excontable negó que se hubieran celebrado comidas relacionadas con el PP de Valencia y que él hubiera acudido a ninguna.

Santos Peral explicó al juez que entró a trabajar en Emarsa gracias al exgerente ya fallecido Miguel García Besó, a quien dijo, conocía del PP. "Le comenté si tenía un puesto de trabajo aunque fuera de administrativo y me pidió el currículum porque se iba a jubilar el jefe de contabilidad y me dijo que lo miraría porque si yo entraba a trabajar estando en paro la empresa recibía una subvención".

El excontable, que era secretario general del PP en Patraix, percibió en 2007 por desempeñar su cargo en Emarsa 89.762,88 euros, según la nómina en poder de Levante-EMV. Al ser preguntado en su interrogatorio como testigo por una de las partes sobre cuál era su sueldo en la empresa pública, Santos Peral aseguró que "sobre los 70.000 euros brutos". El propio juez le inquirió sobre si recibió una retribución bruta superior a 85.000 euros y lo volvió a negar.

El magistrado le mostró al excontable que el jefe de Informática de Emarsa, Sebastián García Martínez "Chanín", había entregado un listado de personas que recibieron portátiles pagados por la depuradora de Pinedo. Santos Peral negó que él tuviera ninguno.

El excontable también explicó al juez que le entregaba a Cuesta pagarés en blanco para que abonara facturas a proveedores. Santos Peral explicó que no le preguntaban en qué los iba a gastar pero que los abonos se hacían a empresas que el departamento de contabilidad no controlaba. Pese a estas cuentas paralelas, el excontable dijo desconocer si existía una "contabilidad B".

Peral dijo que no conocía nada de la gestión de los lodos ni tenía conocimiento de la financiación por parte de la Generalitat pese a ser las partidas más importantes.