El mundo mañana dice no a la mutilación genital femenina con la celebración del Día Internacional de la Tolerancia Cero a la Ablación, una práctica que sufren alrededor de 140 millones de países de África y menor medida de Oriente Medio y Asia. En la mutilación genital se unen factores culturales, religiosos y sociales, ya que se cree que su aplicación reduce la libido femenina y ayuda a la mujer a no tener relaciones sexuales que en estos países se ven ilícitas.

La mutilación genital femenina consiste en la extirpación parcial o total de los genitales externos femeninos. Aparte de las consecuencias psicológicas para la mujer, esta práctica es muy peligrosa para su salud porque las consecuencias inmediatas son un dolor intenso, hemorragias, tétanos, retención de orina, llagas abiertas en la región genital y lesiones en los tejidos genitales. En cuanto a los problemas y lesiones a largo plazo, infecciones urinarias persistentes, quistes, esterilidad, riesgo y complicaciones en los partos y muerte de los bebes. Además, la ablación se suele hacer en condiciones sanitarias precarias, ya que en la mayoría de las ocasione se utilizan cuchillas y hasta trozos de vidrio para realizar las incisiones.

Resolución de Naciones Unidas

Este año la celebración del Día Internacional de la Tolerancia Cero a la Ablación está reforzada por la resolución contra esta práctica que la asamblea general de las Naciones Unidas aprobó el 27 de noviembre de 2012. El texto insta a los países a condenar la mutilación genital y a adoptar las medidas necesarias para evitarla, con el mandato expreso de hacer cumplir las leyes, llevar a cabo campañas de concienciación y asignar los recursos necesarios para proteger a las mujeres y a las niñas de esta forma de violencia. Como afirma la resolución, "se trata de un atropello irreparable e irreversible que niega los derechos humanos de las mujeres y las niñas".

El posicionamiento de la ONU ha permitido que renazca un cierto optimismo para erradicar la ablación aunque el camino a recorrer es duro. Existen organizaciones como World Vision que llevan años desarrollando programas de prevención de la mutilación genital femenina con buenos resultados. En Kenia se ha conseguido que más de 600 familias abandonaran la práctica de la ablación a sus hijas. Este país ha sido uno de los que mayores resultados ha obtenido en la reducción de la mutilación genital pasando de un 94.3% en 2005, a un 64.3% en 2009 y a un 58.1% en 2010.

En Malí, nueve de cada diez mujeres son mutiladas. Pero la in?formación y concienciación a las familias sobre las consecuencias de la ablación en la salud física y emocional de las niñas y las mujeres logran que esta práctica vaya reduciéndose.