El asesor de Compromís en el Ayuntamiento de Valencia, Giuseppe Grezzi, mostró ayer en una fotografía una camiseta verde con el dibujo de un hombre en bicicleta que con un látigo azota a una mujer que corre delante de él, vestida de rojo, con tacones y cargada con un bolso marrón. La autora de la ilustración asegura en su página web que se trata del propio Grezzi persiguiendo a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, en homenaje a la figura de «azote» que ejerce el asesor de Compromís en el consistorio. La ilustradora y su pareja regalaron a Grezzi el original y su versión en camiseta por su 40 cumpleaños a principios de febrero.

Ayer el asesor municipal aprovechó el color de la prenda para dar su «personal y sincero homenaje a la Primavera Verde, la Plataforma Antidesahucios», al tiempo de reivindicaba «Escrache ahora y siempre». El mensaje iba ilustrado con su foto mostrando la camiseta que, además de verde, enseñaba el dibujo.

El ahora asesor iba de número cuatro en la candidatura de Joan Ribó para las elecciones autonómicas y municipales de 2011, a las que Compromís concurrió con un programa electoral que dedicaba once puntos a la igualdad de género. En él se pedía «respeto a la dignidad, la integridad y el pleno desarrollo de todas las mujeres» y advertía que «las bases del sexismo consisten en señalar y magnificar la diferenciación entre un sexo y otro».

Además, la coalición se comprometía a utilizar «un lenguaje no sexista en el programa electoral, las propuestas, la documentación administrativa, la comunicación con la ciudadanía y el electorado». Valoraba incluso que «el androcentrismo se sirve del sexismo para justificar la existencia y perpetuar la situación de dominio de un sexo el masculino, sobre otro, el femenino».

De los 10.829 comentarios que Giuseppe Grezzi lleva publicados en Twitter, el de ayer no es el primero que desata la polémica. El pasado 30 de marzo, el político de Els Verds comparó la estética de la Semana Santa Marinera con el Ku Klux Klan y lo catalogó de nacionalcatolicismo. Las duras críticas que recibió en días posteriores le llevaron a tener que disculparse: «Algunos queridos amigos del Cabanyal se han sentido ofendidos por la ironía sobre su Hermandad y el Ku klux klan... les pido disculpas. No tenía intención de ofender su sensibilidad ni minusvalorar su cofradía, era una ironía sin ningún trasfondo o segundas intenciones», aseguró.