La recuperación de la arquitectura gótica de la catedral continúa y se centra ahora en el ábside o cabecera del monumento. El arquitecto y restaurador de la Seo, Salvador Vila, dirige ahora los trabajos de recuperación y reconstrucción en el nivel superior de los absidiolos, que albergan las capillas de la girola. Las terrazas, las ventanas y los contrafuertes góticos de los absidiolos han quedado a la vista tras el derribo de un muro de 1,5 metros de altura construido en el siglo XVIII, cuando los cánones del neoclasicismo denostaban el gótico y mandaban taparlo.

La intervención, financiada por la Conselleria de Cultura, arrancó en enero de este año y tiene un plazo de ejecución de seis meses. Se enmarca en un proceso global de recuperación del gótico original del templo que arrancó hace años. La cabecera no quedará del todo al descubierto ya que, de momento, no hay financiación para derribar hasta el nivel de la calle el muro del siglo XVIII.

El estado de conservación de los elementos que se han destapado es bueno aunque habrá que reconstruir bastantes partes como la tracería de las ventanas góticas, tres hiladas de sillares y las ménsulas en las que apoyan las cubiertas. Para rehacer los elementos perdidos como los sillares y las gárgolas se ha tenido que utilizar piedra de Murcia y Almería ya que las canteras de Godella de las que salió la piedra con la que se construyó la catedral y otros monumentos de Valencia llevan años cerradas.

Tras el derribo del murete se ha comprobado que las gárgolas que servían para desaguar el agua de lluvia se han perdido por completo pero se reconstruirán siguiendo el modelo de las que se conservan en la parte superior de la girola.

Grietas

Los andamios proliferan entorno a la catedral. No sólo se está actuando en la parte de la cabecera. En breve comenzarán los trabajos de restauración de la fachada recayente a la plaza de la Reina, donde se han detectado grietas «por las que cabe una mano» y donde está «la ventana de la vergüenza» tal como llama Vila a un ventanal gótico mutilado que espera desde hace años una intervención.

Si el Ayuntamiento de Valencia da el visto bueno definitivo, la intención de Vila es eliminar la zona ajardinada y los árboles adosados a esta fachada del templo. El cabildo ha instado al ayuntamiento en reiteradas ocasiones a trasladar el arbolado de las zonas ajardinadas de la catedral, un elemento que está causando importantes daños a la piedra por la filtración de humedad.

Otra actuación pendiente es la restauración de la logia renacentista u «obra nova» cuya cubierta presenta riesgo estructural por la presencia de termitas en las vigas.