El censo fallero de Valencia y los pueblos asociados sube a 385 comisiones (más la falla municipal) después que el pleno de la Junta Central Fallera aprobara ayer la de la Ciudad Ros Casares.

El pleno aprobó por asentimiento la falla de nueva creación, que formará parte del sector de Patraix. El expediente no tuvo ninguna complicación más allá de un desplazamiento del monumento respecto a lo previsto inicialmente. No se ha tenido que pedir opinión a las fallas vecinas (como sí que pasó cuando se desestimó el año pasado la de Nou Patraix) por la sencilla razón de que no existen "fallas vecinas": la más cercana está a más de medio kilómetro de distancia.

La Ciudad Ros Casares es un grupo residencial con una baja ocupación, dedicados preferentemente a oficinas y lofts. De hecho, los solicitantes no son vecinos de la misma, sino que proceden de fallas colindantes que abandonan para crear su propia comisión -el proceso habitual en la creación de comisiones nuevas-. En el reglamento no se especifica que la comisión tenga que estar formada necesariamente por vecinos de una demarcación. La Ciudad Ros Casares fue un proyecto inmobiliario muy ambicioso, un tipo de viviendas singulares, al que la burbuja inmobiliaria pilló de lleno, hasta el punto que tuvo que quedársela el BancSabadell-Cam como prenda por las deudas que tenía su promotor. Lo más que puede pasar ahora es que este recinto gane algo de vida con las reuniones de los falleros. El proyecto económico es, inicialmente, bastante modesto, en la línea de casi todas las últimas fallas aprobadas, salvo La Nova d'Orriols.

19 expedientados de A. Cadarso

En el pleno también se aprobó la resolución de incidencias en la que se apuntan los morosos. Llama la atención, en este caso, la presencia de 19 falleros que pertenecen o han pertenecido a Almirante Cadarso-Conde Altea.

También se informó que la elección de la corte de honor será el 21 de septiembre.