La Delegación del Gobierno, que en este caso hace de portavoz de la Demarcación de Carreteras, explicó ayer que los elementos claves del complejo ya están integrados en la ciudad y son gestionados por el Ayuntamiento, entre ellos el apartado de tráfico, el alumbrado o el alcantarillado. No obstante, hay pequeñas cuestiones pendientes de resolver, la más vistosa de ellas la jardinería. El consistorio ya rechazó las palmeras por no ser las adecuadas para el lugar y en la Demarcación de Carreteras tienen asumido que habrá que cambiarlas, también porque los "maceteros" en los que están plantadas no son los más adecuados. Así pues, todo parece indicar que, si hay acuerdo con la Concejalía de Jardines, se quitarán las palmeras, la mayoría de las cuales están secas, para sembrar otro tipo de arbolado más acorde con el espacio y con las características del suelo donde se planten.

El 19 de junio de 2009 fue inaugurado el paso inferior de la Avenida de Cataluña, que da fluidez al tráfico rodado que sale o entra en Valencia por la V-21, la carretera de Barcelona. Las obras costaron 24 millones de euros, diez más de los previstos, ya que se introdujeron mejoras en la gran rotonda de superficie como dos fuentes ornamentales, estanques, jardines y una torre mirador de 45 metros de altura desde la que debía verse, como ocurre en las tradicionales torres miramar del Cabanyal, la costa y la huerta. Pues bien, cuatro años después de aquel corte de cinta sólo funciona el paso inferior. Todo lo demás, especialmente las palmeras y el mirador, permanece abandonado a la espera de que el Ayuntamiento de Valencia recepcione la obra. En el consistorio dicen estar a la espera de que la Demarcación de Carreteras resuelva los problemas de jardinería, señalización y alumbrado que presenta el complejo y la Delegación del Gobierno argumenta que el último informe municipal le llegó la semana pasada, de manera que aún tendrá que estudiar toda la documentación y tomar decisiones.

Ya en un primer momento surgieron dos inconvenientes importantes que fueron subsanados por la Demarcación de Carreteras de Valencia, gestionada entonces por el Gobierno socialista: los cuatro carriles de salida se quedaban en uno al final del paso inferior y hubo que construir uno más; y la estación de bombeo se rompió con las primeras lluvias y tuvo que ser reforzado todo el sistema.

Pero quedaron pendientes asuntos menores -averías en la señalización luminosa, alumbrado y jardinería- que el permanente enfrentamiento entre el Gobierno central y el municipal impidió resolver.

Con el cambio de Gobierno y la llegada del PP al poder se retomaron tímidamente las negociaciones y en julio del año pasado se reunieron ambas partes para pactar la recepción de la obra. Pero no ha surtido efectos, al menos de momento.

Cuando se cumple el cuarto aniversario de la inauguración, los jardines están semiabandonados, las palmeras perdidas, las fuentes a medio gas y los estanques llenos de residuos. Y lo que es peor, el enorme mirador, la joya del proyecto, permanece cerrado y sin uso.

Informes pendientes

Según el concejal de Urbanismo, entonces concejal de Circulación y Transportes, Alfonso Novo, el ayuntamiento está a la espera de que la Demarcación de Carreteras resuelva los pequeños problemas pendientes, asunto nada fácil en tiempos de precariedad económica, admitió. Aún así, "si no está todo en condiciones no se recepcionará", puntualizó.

Por su parte, la Delegación del Gobierno aseguró que el proceso está en marcha, pero que el último informe del Ayuntamiento, concretamente el del Ciclo Integral del Agua, les llegó la semana pasada, de manera que aún tienen que estudiarlo y tomar decisiones. Los informes de Alumbrado, Jardines, Tráfico etc. ya están en su poder y no descartan celebrar una nueva reunión con el consistorio para cerrar los últimos detalles.