La nueva ordenanza sobre prostitución llegará al próximo pleno municipal con un texto claramente modificado, mejorado en su exposición, liberado de ambigüedades y con penalizaciones más elevadas para quienes hagan uso de la prostitución (clientes) en lugares apartados, con poca iluminación o cercanos a vías de circulación, en clara referencia a la prostitución de extrarradio.

A modo de resumen, la ordenanza de prostitución, consensuada por el equipo de gobierno municipal y el grupo socialista, tiene como objetivo acabar con las molestias a los vecinos y hacerlo sin penalizar a las mujeres. Es decir, solo se sanciona a los clientes con multas que van desde los 300 a los 2.000 euros en caso de ser sorprendidos a menos de 200 metros de un colegio o parque infantil. Para las mujeres, además, se han puesto en marcha ya planes de inserción social y laboral.

El primer texto recibió numerosas críticas por la ambigüedad a la hora de definir las acciones sancionadas y a las personas sancionables y por la carencia de un apartado social que incentive el abandono de esta profesión. Y después de pasar el período de alegaciones, el texto definitivo, consensuado una vez más por el equipo de gobierno municipal y el grupo socialista, pasó ayer el trámite de la Comisión de Progreso Humano con los votos contrarios de Esquerra Unida y Compromís.

Incorpora, sin embargo, las alegaciones presentadas por UPyD y por militantes socialistas discrepantes con su propio grupo respecto al texto. En total, de 10 alegaciones, se han rechazado 7 y se han aceptado 3.

A efectos prácticos, la principal novedad es que se considerará falta muy grave, con multa de entre 1.000 y 2.000 euros, demandar o negociar servicios sexuales "en lugares que impliquen una mayor vulnerabilidad para las personas en situación de prostitución y/o explotación sexual por su aislamiento, escasez de alumbrado, cercanía a vías de circulación y espacios que impidan la huida".

Con esta incorporación se ha pretendido, según la concejala socialista Anaïs Menguzzato, evitar que la prostitución callejera se traslade a la periferia de la ciudad, que era una de las inquietudes de los detractores de la ordenanza.

También se da una vuelta de tuerca en el caso de la publicidad en la vía pública, de forma que el nuevo texto obligará a la "inmediata retirada" de la misma una vez que entre en vigor el texto y sin esperar a la resolución del procedimiento sancionador.

Por lo demás, el nuevo documento destaca por "la inclusión en el preámbulo de todo el acervo legal existente en materia de lucha contra la prostitución y la trata con fines de explotación sexual", explicó el portavoz socialista Joan Calabuig, quien se mostró satisfecho del texto por las "notables mejoras" que incorpora. También el documento "explicita el objetivo de la ordenanza de luchar contra la prostitución y la trata con fines de explotación sexual" y la incorporación de "lenguaje no sexista".

Hay un último elemento digno de mención por haber sido eliminado a petición de Unión, Progreso y Democracia, que es la sanción por exhibicionismo, ya que entra en contradicción con el hecho de no sancionar a las mujeres que ejercen la prostitución.