En medio de la polémica por el ejemplar de «rata gigante» hallado en Almassora, que según varios expertos y tal como ha contado Levante-EMV podría tratarse de una especie invasora llamada coipú, da la circunstancia de que sí hay ejemplares de «ratas gigantes» en la Comunitat Valenciana. Se trata de las ratas gambianas Cricetomys gambianus que se exhiben en el Bioparc de Valencia. Es la especie de rata más grande del mundo y puede llegar a medir casi un metro de largo, incluido el rabo desnudo, y a pesar casi dos kilos.

Situadas en la instalación que recuerda a un termitero, en la zona de sabana seca del zoológico valenciano, la rata gambiana pasa casi desapercibida junto a la rarísima rata topo Heterocephalus glaber, que también exhibe el Bioparc. Pero Natalia Garrido, encargada de reptiles y roedores en el zoológico valenciano, conoce bien esta especie. Tanto, que en su opinión el animal hallado en Almassora «es claramente una rata gambiana». «El coipú tiene el pelaje más largo y oscuro y el hocico es oscuro», asegura. Las ratas gambianas son domesticables y se pueden usar como mascota. Se venden, incluso, aunque se trata de una especie invasora que, sin embargo, no es tan distinta de una rata común. «Son diferenciables porque las gambianas tienen la punta de la cola blanca, pero por lo demás, son iguales», asegura.

Se trata de animales «bastante territoriales, no se pueden juntar porque se pelean incluso entre hembras», explica Garrido, que señala que cuando entran al terrario donde tienen estos animales, tienen «problemas porque se cabrean un poco».

Inteligentes y limpios

«Son muy inteligentes, en África, las entrenan para detectar minas», comenta Garrido. Estos animales tienen un sentido del olfato muy desarrollado y detectan las minas: «Están salvando muchas vidas en Mozambique». Son, además, fácilmente domesticables y se venden como mascota. «A los cuidadores nos reconocen, se comportan de una manera o de otra», describe Garrido, que asegura que cuando libraba, «las ratas parecía que estaban enfadadas cuando volvía, como preguntándose por qué no les había dado de comer».

En contra de la creencia popular, las ratas, «todas las especies», dice Garrido, son extremadamente limpias. «Las nuestras se pasan todo el día limpiándose, hacen sus necesidades en un rincón en un rincón como los gatos», asegura la experta.