Conciliar la tranquilidad de los vecinos con la cada vez más intensa actividad comercial y hostelera del barrio de Russafa es el propósito de la moción aprobada ayer por el Ayuntamiento de Valencia y presentada por la Delegación de Contaminación Acústica de la Junta del Gobierno Local. A falta de mayor concreción sobre las medidas, el gobierno local quiere poner coto a la proliferación de locales de ocio nocturno que tantos quebraderos de cabeza y problemas en los tribunales le ha generado en zonas de marcha nocturna como Xúquer, Juan Llorens, Menéndez Pidal y el Carmen, todas declaradas o en vías de serlo Zona Acústicamente Saturada (ZAS).

Alfonso Novo, concejal delegado de Urbanismo, recalcó la necesidad de evitar la concentración de locales con el fin de no contribuir al aumento de la contaminación acústica, sobre todo en aquellos bares con música.

Novo puntualizó que no se trata de reducir el número de bares del barrio. Responde más bien a un ejercicio de coordinación entre distintas concejalías y servicios municipales, con la implicación de los representantes vecinales y la Federación de Hostelería Valenciana, todo ello para prevenir posibles discrepancias entre vecinos y locales.

Todo apunta a que se establecerán límites de distancias entre locales de ocio para evitar una aglomeración que dispare los decibelios. Es lo que hizo hace ya años en el Carmen, donde en la actualidad se están aplicando medidas cautelares como el cierre al tráfico nocturno vinculadas a la declaración ZAS.

Las medidas de control del ruido en Russafa se llevarán a cabo paralelamente con las obras de reurbanización del barrio que están actualmente en marcha y que supondrán la renovación del 80% de las aceras de este céntrico barrio.

De esta forma, y «sin menoscabo de la actividad comercial y hostelera» se hará un informe, que según Novo estará antes de Navidad, donde se detallen las condiciones y las normas que deberán seguir los locales en los diferentes puntos del barrio. El ámbito de medidas comprende los barrios de Russafa y Gran Vía, con la gran vía Marqués del Turia como límite, lo que supondrá incluir la zona de copas de Cánovas, cuyos vecinos también habían empezado a movilizarse contra los locales de ocio.

El concejal Alfonso Nova destacó la «especial atención» que se debe prestar a las zonas sensibles al ruido nocturno como por ejemplo las residencias para personas mayores.