La Plataforma Salvem el Cabanyal ha anunciado una «radicalización» de sus reivindicaciones hacia el Ayuntamiento de Valencia después de ver frustradas todas las esperanzas que se abrieron hace un año con la creación de la plataforma Units pel Cabanyal y la consiguiente unidad de partidarios y no partidarios de la prolongación de Blasco Ibáñez para recuperar la actividad de la zona al margen del proceso judicial. El próximo día 18 celebrarán una primera asamblea que marcará «la vuelta a la lucha con más fuerza que nunca y decididos a defender nuestro barrio de la amenaza de destrucción y del injusto castigo impuesto por el partido que nos gobierna».

Según explicó Maribel Doménech, portavoz de Salvem el Cabanyal, su relación personal con la asociación «Si volem» sigue siendo perfecta, pero «todo lo que Units pel Cabanyal la coordinadora en la que estan ambas entidades además de los comerciantes y la asociación de vecinos está haciendo por la regeneración del barrio no sale adelante» por culpa del «abandono» del Ayuntamiento.

Aunque en un principio hubo reuniones con los máximos representantes municipales para avanzar en asuntos como la limpieza, la seguridad e incluso la vuelta a la concesión de licencias de obras, «nada de esto se ha mantenido en el tiempo». «Se hicieron cosas al principio y luego se han abandonado», dijo Doménech en referencia al consistorio, inmerso de lleno en unas negociaciones con el Ministerio de Cultura para modificar o retirar la orden que impide la prolongación de Blasco Ibáñez y que se utiliza como excusa, según Salvem el Cabanyal, para paralizar todo el barrio.

En el caso de las licencias, que «en todo los casos pasan por Grau (el vicealcalde), se están dando unas y se están negando otras sin saber con qué criterios», de tal forma que «los vecinos nunca saben si su petición saldrá adelante o no». Esto está frenando el «gran impulso social y comercial que hay en el barrio», dijo Maribel Doménech, que asegura que «si nos dejaran en paz, en dos o tres años esto cambiaría totalmente».

Pero como «eso no es así», su única salida es volver a las reivindicaciones y reclamar más diálogo con las administraciones «para recuperar el barrio». «Tenemos que ver qué hacemos para salir de esta situación de castigo y recuperar la dignidad», dijo la portavoz vecinal, que insistió en que la apuesta de los vecinos es clara y que «lo que está fallando es la voluntad política».