El Ayuntamiento de Valencia asegura que la situación que se ha dado con la empresa gestora de la piscina cubierta de la Font de Sant Lluís, que ha abandonado la instalación y ha devuelto la gestión a la Fundación Deportiva Municipal (FDM), no es habitual. Ni lo será. El concejal de Deportes, Cristóbal Grau, aseguró ayer que la solución a la que se ha llegado es «una solución de consenso», conseguida «porque la empresa se ha dirigido al ayuntamiento en primer momento». En cualquier caso, Grau destacó que no tienen previsión de que ninguna de las empresas que gestiona otras piscinas cubiertas municipales vaya a abandonar las instalaciones, obligando así a que el consistorio se haga cargo de las mismas.

En las piscinas de la ciudad, hay tres tipos distintos de gestión. El primero de ellos es la gesión directa, en la que es la propia FDM la que dirige las piscinas. Por el momento, según Grau, únicamente hay tres piscinas que dirige la FDM: Natzaret, el Carmen y, ahora, la Font de Sant Lluís. Las piscinas también pueden estar dirigidas por distintas federaciones deportivas. «Es el caso de las de la Petxina, Benimàmet o Trafalgar», describe Grau.

Gestión indirecta

El tercer modelo de gestión es el que más problemas ha dado al ayuntamiento. Se trata de las piscinas cedidas por el ayuntamiento Patraix, Abastos, Marxalenes, Orriols, las de verano... para que sean empresas externas las que se encarguen de la dirección de las mismas. Pocas instalaciones deportivas de la ciudad son tan caras de mantener como una piscina, por lo que el consistorio ha encontrado en esta fórmula la manera de dar servicio sin gestionar directamente las piscinas.

Pero algunas empresas, acuciadas por la crisis, han decidido abandonar la gestión de las instalaciones. Es el caso de la que dirigía la Rambleta y, más recientemente, de la que hacía lo propio con la piscina cubierta de la Font de Sant Lluís.

En este caso, el abandono de la empresa ha provocado que el ayuntamiento tenga que gestionar la piscina. En otros casos, «la rápida actuación», indicó Grau, del ayuntamiento, al comenzar negociaciones con la empresa que quería abandonar la gestión antes de que lo hiciera, ha evitado situaciones como la dada en la Fonteta. Es el caso de la piscina de Torrefiel, que ahora dirige el mismo gestor que lleva la piscina de Malilla, según comentó ayer el concejal de Deportes.