Hortensia García

valencia

La construcción de un dique en la boca de la bahía de Cardiff impulsó hace ahora 14 años una profunda metamorfosis que hizo renacer a la capital de Gales. La presa de Cardiff convirtió una bahía gris y decadente en un lago de agua dulce apetecible para visitar y para vivir. En la bahía, un espacio de 200 hectáreas de superficie, se ha construido el Parlamento de Gales, obra del prestigioso arquitecto Richard Rogers, que junto con el edificio Milennium se han convertido en foco de atracción turística para esta ciudad de apenas 350.000 habitantes.

Las claves del éxito de la bahía de Cardiff hay que buscarlas no sólo en la transformación urbanística y la construcción de iconos arquitectónicos, también en la cercanía y buena conexión con el centro de la ciudad a través de un gran bulevar (Lloyd George avenue). La bahía se encuentra apenas a 1,6 kilómetros del centro urbano.

Esta es precisamente una de las carencias de la antigua dársena del puerto de Valencia (actual Marina Real Juan Carlos I) que lleva seis años buscando un motor que la revitalice. La conexión de Valencia con su frente marítimo a través de la prolongación de la Alameda y la avenida de Francia sigue pendiente del soterramiento de las vías del tren. Ni la frustrada prolongación de Blasco Ibáñez ni la remodelación de la avenida del puerto -todavía una autopista urbana poco apetecible para el paseo- resultan una opción clara para conectar la ciudad con su frente marítimo.

Como en casi toda gran transformación urbana, en Cardiff no podía faltar un gran evento que la impulsara. Si en Valencia fue la Copa del América, en la capital galesa fue la Copa Mundial de Rugby. Cardiff está ahora de actualidad por ser la ciudad natal del nuevo fichaje del Real Madrid, Gareth Bale.

De día o de noche la bahía de Cardiff es un lugar animado. A lo largo de Mermaid Quay -paseo de la sirena-, se han instalado una variada oferta de cafeterías y restaurantes que le dan una interesante vida nocturna a este enclave. Por el día, se ofrece a los visitantes la posibilidad de realizar actividades acuáticas, como los descensos de rápidos.

La bahía cuenta con diez kilómetros de itinerarios ciclistas conectados con el centro urbano y para los apasionados de las dos ruedas, de la bahía parte una de las rutas ciclistas más populares del país. Con 90 kilómetros de longitud, une Cardiff con el Parque Nacional de Brecon Beacons.

Un detalle llamativo en la bahía de Cardiff es el carácter abierto de los nuevos edificios. El acceso al edificio del parlamento, una gigantesca urna de cristal, de airosas bóvedas cubiertas de madera de cedro en forma de olas y que simbolizan la fuerza de la democracia, es gratuito. En el parlamento de Cardiff, inaugurado en 2006 tras el referendum a favor de mayor grado de soberanía, el ciudadano puede entrar, tomar café y ver como trabajan los políticos en directo. Nada que ver con el carácter privativo que se le ha dado al edificio icono de la Copa del América, el Veles e Vents.

Los estrenos de Londres

Otra de las claves del éxito de Cardiff es su atractiva oferta cultural. A pocos metros del Parlamento el Millennium Centre, cuya fisonomía recuerda a un armadillo, es la mayor institución cultural de Gales. Ahí llegan muchas de las obras del West End londinense una vez que han terminado su temporada en la capital. Existen "tours" de una hora llamados "Entre bambalinas" que muestran los secretos del edificio. El Millennium tiene incluso un laboratorio de sensaciones (Wales Millennium Centre Techniquest) una especie de museo de la ciencia donde los niños pueden tocarlo todo.

Tras la construcción de la presa de Cardiff, que hizo desaperecer las marismas de la bahía y dio paso a un tranquilo lago, se empezó a desarrollar la construcción de viviendas en la zona colindante, donde ya se incluyen algunas de las zonas residenciales más caras de la ciudad. Así las cosas, poco queda ya del pasado portuario de la bahía. Se han mantenido el edificio de ladrillo rojo conocido como Pierhead y la Norwegian Church, una capilla levantada por los estibadores noruegos que junto con españoles, italianos e irlandeses.