El montante económico de las multas, una de las principales fuentes de ingresos de los ayuntamientos junto con los impuesto directos (IBI, circulación, plusvalías...) y las tasas, está cayendo en picado en la ciudad de Valencia y se ve agravado, además, por los bajos niveles de recaudación real apenas se cobran una de cada tres multas. La comparación del montante total de las multas impuestas hasta el 31 de agosto de este año en comparación con el mismo periodo de 2012 refleja un descenso del 20 % en los ingresos esperados. De los 22 millones de euros por multas de tráfico, urbanísticas y por incumplimiento de contrato que se impusieron el año pasado se ha bajado a 17,6.

La cifra más abultada corresponde a las multas por infracciones de circulación superar la velocidad permitida, aparcar en doble fila, carril bus o zona de carga y descarga, son las más comunes y suponen el 84 % de todas las multas en 2012. En cambio, en 2013 este tipo de multas representó el 92 %.

Los valencianos, acuciados por la crisis y el desempleo, recurren las multas de tráfico. Muchas compañías aseguradoras incluso incluyen el servicio en el precio de la poliza. Las elevadas cuantías de las multas de tráfico en Valencia están contribuyendo igualmente a elevar los índices de morosidad.

En este sentido es revelador el importe total de las multas anuladas que se ha multiplicado por mas de 10, pasando de 14.122 a 180.401 euros. Esto demuestra que los valencianos recurren en mayor medidas las sanciones y que si antes acudían sin más a saldar la deuda ahora miran con lupa cada sanción para recurrirlas con éxito.

Solo se recauda el 27 %

El importe devuelto por el ayuntamiento de multas pagadas que posterioremten han sido anuladas ha bajado un 25,5 %, lo cual guarda proporción con las cantidades recaudadas realmente que han bajado un 27,2 %.

Y es que el bajo nivel de recaudación de las multas impuestas es uno de los caballos de batalla del ayuntamiento. De las multas que se ponen sólo una mínima parte acaba cobrándose. Así hasta el 31 de agosto de 2012 se habían recaudado 6,8 millones de euros por multas, una cifra que ha bajado este año a 4,9 millones, lo que representa una disminución de la recaudación real del 27,2 %.

Las multas por infracciones urbanísticas han bajado de manera espectacular, lo que va ligado a la crisis de la construcción. En concreto, los ingresos por infracciones urbanísticas han bajado un 93,5 % pasando de 2,2 millones recaudados en 2012 a 144.468 euros en lo que va de año. En este punto, cabe destacar el incremento de la morosidad por parte del ciudadano, que debido a las dificultades económicas tarda más en pagar o directamente no paga.

Por otro lado, las «multas por incumplimiento de contrato», vinculadas en la mayoría de los casos al denominado plan Zapatero o planE, suben mas del doble, en concreto un 133,5 %. Estas multas han pasado de 26.400 euros hasta el 31 de agosto del año pasado a 57.433 en lo que va de año. Bajo este epígrafe se incluyen las las sanciones técnicamente «penalidades» que el ayuntamiento impuso a las empresas que no cumplieron las condiciones de contratación de personal, que era un criterio fundamental para adjudicar las obras y que luego muchas empresas cumplieron solo a medias.

Es llamativo que cuando la mayoría de obras están acabadas salvo alguna excepción como el jardín del antiguo depósito de Gas Lebón el ayuntamiento aún siga ingresando dinero por estas infracciones.