La limpieza de las calles de Valencia merece, salvo algunas excepciones, una buena calificación en un reciente informe realizado por la revista Eroski Consumer. En una escala de cinco valoraciones (muy sucia, bastante sucia, algo sucia, limpia y muy limpia), Valencia obtiene una calificación de limpia. El «cap i casal» no sale mal parado en un informe que concluye que en una de cada cuatro calles analizadas hay residuos en el suelo y mobiliario urbano sucio. Todas ellas se ubicaban en A Coruña, Bilbao y Sevilla.

Los técnicos de Eroski, analizaron tres calles de diez ciudades españolas. En Valencia se puso la lupa en la comercial y céntrica Don Juan de Austria, en Micer Mascó y en la ruidosa y transitada avenida Gaspar Aguilar. En esta última calle, los técnicos de Eroski detectaron malos olores por orín de perro el jueves.

Ese mismo día de la semana se observó en la calle Micer Mascó, en el entorno del nuevo ayuntamiento de la fábrica de la Tabacalera, restos de ropa, basura, papeles, colillas, restos de fruta y excrementos de animal. Las zonas cercanas a los árboles y los aparcamientos también tenían residuos. Además, señala el informe de Eroski, de un contenedor sobresalía ligeramente la basura.

Los residuos que con mayor asiduidad se encontraron son fueron los pegados al pavimento, tipo chicle, y los líquidos, sobre todo orines de perro. Los residuos inorgánicos más habituales son los excrementos de perro.

Las diez ciudades analizadas fueron, además de Valencia, A Coruña, Barcelona, Bilbao, Logroño, Madrid, Pamplona, San Sebastián, Sevilla y Vitoria. El informe de Eroski concluye que la mayor parte de los residuos detectados se deben a comportamientos incívicos, «un gran ejemplo son los excrementos de animales y la basura colocada fuera de las papeleras y los contenedores». Tirar al suelo colillas, papeles, cáscaras de pipas y bolsas de plástico, dejar la basura junto a un poste de señal y escupir son las princpales conductas incívicas observadas.