Kathryn Gustafson apuntó ayer que los encargos en los que trabaja por medio mundo tienen gran trascendencia, pero el del Parque Central es «muy especial» porque se trata de una infraestructura «que la ciudad necesita muchísimo». La paisajista dijo no entiender «cómo durante tantos años se ha podido convivir con ese corte en alusión a las vías del tren con la suciedad y el ruido de los trenes». La arquitecta destacó que el Parque Central resolverá las necesidades de personas de todas las edades y servirá tanto para un concierto como para relajarse y esconderse. Y es que lograr la flexibilidad de usos es uno de los retos que Gustafson se fija en sus proyectos.

«El parque debe poder resolver todo tipo de situaciones, leer, pasear, pensar, montar un picnic con amigos o asistir a un concierto de rock».

Gustafson cree que las ciudades necesitan ser «más equilibradas», y pese a que no se opone a que sean también más densas, considera que solo es posible si se habilitan más espacios abiertos para que el ciudadano pueda tener un fácil «acceso a la naturaleza». Gustafson apuntó que no son necesarios grandes parques como el Central Park de Nueva York o el Hyde Park de Londres y aportó por las zonas verdes más reducidas. El proyecto del Parque Central, al sur, dispondrá de una especia de parque lineal con un acceso rápido desde las viviendas.