La ciudad de Valencia cuenta en estos momentos con 15 zonas donde se hace «botellón» y la Policía Local apenas ha puesto en lo que va de año 67 sanciones por consumo de alcohol en la vía pública. La necesidad de demostrar, mediante analíticas oficiales, que la bebida consumida contiene alcohol, dificulta ese proceso sancionador, lo que unido a la dispersión geográfica del problema merma mucho la capacidad de los agentes y hace que el problema se extienda sin control. Por este motivo, la Policía Local de Valencia quiere dotarse de nuevos instrumentos y ha propuesto a la Concejalía de Coordinación Jurídica y Licencias que en la futura ordenanza de ocupación de la vía pública, cuyo texto se ultima estos meses, se incluya la posibilidad de sancionar a los jóvenes simplemente por participar en un «botellón», entendiendo éste como una reunión de personas que están bebiendo alcohol en la calle y molestando a los vecinos.

Es precisamente ahora, en los meses de septiembre y octubre, cuando el fenómeno del «botellón» reaparece en toda la ciudad por la incorporación de los estudiantes y el buen tiempo. Aunque no se llega a los 30 focos de otras veces, en la actualidad la Policía Local tiene cuantificados 15 lugares donde se hace botellón, entre ellos el Paseo Marítimo, calle Caballeros, Ausias March, Tarongers, Benimaclet o la plaza del Tossal, lo que significa que la dispersión es grande y que aunque la Policía Local «se vuelca» en este problema, «no es posible llegar a todas partes».

Hay además, un elemento que dificulta el control de estas concentraciones, que es la normativa vigente. Las sanciones en estos casos se imponen por consumo de alcohol en la vía pública y para hacer efectiva la multa es necesario demostrar con informes técnicos que la bebida consumida contenía alcohol. Eso hace que los agentes se piensen mucho si vale la pena llevar a cabo tan largo y costoso proceso y que en lo que va de año apenas se hayan puesto 67 denuncias por consumo de alcohol en la vía pública. También se han decomisado, según fuentes policiales, 3.210 recipientes con bebidas y se han impuesto 2.104 denuncias a locales, un dato éste que no tiene que ver con el botellón sino con todas las deficiencias e incumplimientos de que son capacees este tipo de establecimientos.

Un paso adelante

En vista de este problema y ante la creciente protesta de los vecinos, la Policía Local se ha propuesto dar un paso adelante. Y como dedicar más policías ni es posible ni sería efectivo, ha propuesto que la próxima ordenanza de ocupación de la vía pública permita denunciar a los participantes en el «botellón» simplemente por eso, sin necesidad de demostrar que la bebida que ingiere tiene alcohol.

No se trata de denunciar a cualquiera, sino a personas que formen parte de un grupo amplio en el que se esté consumiendo alcohol y que haya sido objeto de quejas por parte de los vecinos.

Se trata, en cualquier caso, de una propuesta de la Policía Local que ahora deberá ser estudiada por la concejalía y por los servicios jurídicos municipales. Sólo si legalmente es posible, se incluirá en la ordenanza.

Lo que se puede ir haciendo ya, a juicio de la Policía Local, es pedir a los jóvenes que tomen conciencia del problema y respeten el derecho al descanso de las personas. Y, por supuesto, se cuenta con la Ayuda de la Policía Nacional para controlar este tipo de reuniones. El último fin de semana, por ejemplo, ambos cuerpos trabajaron juntos en Benimaclet.