Un contratista de Emarsa compró suelo que se iba a recalificar en Benimàmet cuando el ex gerente de la depuradora Esteban Cuesta era alcalde pedáneo, según reveló el testigo Enrique Chuliá. Chuliá explicó que le prestó a Cuesta 150.000 euros para adquirir un solar que éste le devolvió posteriormente.

Chuliá compareció esta semana como testigo ante el juez del caso Emarsa para aclarar este préstamo. El hombre es vecino de Benimàmet-Beniferri y era miembro del PP de Poblats de l'Oest del que era presidente Esteban Cuesta.

El testigo explicó al juez que Cuesta sabía que podía prestarle 150.000 euros porque, como alcalde de Benimàmet, era sabedor que había vendido 85.000 metros cuadrados de terrenos recalificados. Al preguntarle el magistrado quién había adquirido esos terrenos, el testigo le contestó que la empresa Prodaemi.

Cabe recordar que Prodaemi fue contratista de Emarsa y la sociedad que contrató al hermano de Esteban Cuesta para que realizara trabajos con maquinaria agrícola. A saber: Una contratista de Emarsa compró unos terrenos a un vecino de Benimàmet que posteriormente le prestó 150.000 euros al exgerente de la depuradora.

Peritos de Hacienda

Esta semana también declararon dos peritos de Hacienda. Los empleados de la Agencia Tributaria confirmaron que cuatro mercantiles del fugado Jorge Roca con las que trabajó Emarsa formaban una estructura organizada de facturación irregular, puesto que no contaban con suficientes medios ni con "verdaderos" proveedores de servicios.

Los dos peritos reprodujeron ante el juez que en su informe se deja constancia de la "absoluta" e "inequívoca" falta de medios humanos y materiales de las cuatro sociedades de Roca y de los flujos "fiduciarios" reflejados en las cuentas con sistemáticas entradas y salidas de dinero "al que no es posible seguir el rastro", por ejemplo "con masivas extracciones realizadas de cajeros automáticos".

A esto, añadieron la circunstancia de estas mercantiles de presentar declaraciones y liquidaciones a Hacienda que se consideran "mendaces", puesto que "en modo alguno" respondían a "verdaderos" proveedores o suministradores de bienes y servicios para las cuatro empresas. Estos hechos, a juicio de los peritos, "descartan que se esté ante un intermediario, sino más bien ante una estructura organizada de emisión de facturación irregular", tal y como se detalla en las conclusiones de su informe.

En concreto, en cuanto a Erwinin, señalaron que se trataba de una sociedad "artificial", porque pese a constar facturas con su membrete, tienen "severas dudas" de que ésta hiciera los trabajos que constaban en las mismas.

Respecto a Agrolemos, entidad que realizó una serie de facturas a Notec por una operación de taxis en Pakistán, comentaron que dudan de la veracidad de esa operación en el extranjero.