El concejal del grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Valencia Pedro M. Sánchez ha denunciado que el Plan de Ajuste al que tuvo que acogerse la alcaldesa de la ciudad, Rita Barberá, en marzo de 2012 para «poder pagar a los bancos y a los proveedores costará a los valencianos 87 millones de euros, entre 2012 y 2014».

Según Sánchez, el ayuntamiento «se vio obligado en marzo de 2012 a aprobar un Plan de Ajuste para poder pagar a los proveedores las facturas pendientes de los años 2009, 2010 y 2011». En aquel momento, añade, el consistorio debía «880 millones de euros a los bancos y 183 millones a los proveedores, es decir, la deuda de Valencia ascendía a 1.063 millones entre deuda financiera y comercial». El edil socialista advierte de que este plan «es una estratagema que busca incrementar los ingresos municipales a costa del bolsillo del contribuyente para que el Ayuntamiento pueda devolver el nuevo crédito y poner freno al endeudamiento».