El grupo empresarial ETRA (Electrónic Tráfic) conservará el contrato de mantenimiento de los sistemas de tráfico de Valencia después de bajar un 32% el precio base de licitación, lo que supone un ahorro de 10 millones de euros para el Ayuntamiento de Valencia. Así lo decidió ayer la Mesa de Contratación municipal después de analizar las ofertas presentadas por siete grandes firmas del sector, tanto nacionales como multinacionales.

El contrato de mantenimiento del tráfico tiene entre sus funciones el control de los semáforos, la Sala de Control de Tráfico y todos los sistemas electrónicos que afectan a la señalización y la movilidad en la ciudad de Valencia. Desde hace años este servicio estaba en manos de ETRA. El último contrato lo firmó en 2007 para cinco años y este último ejercicio ha estado trabajando con una prórroga. Tocaba, por tanto, hacer un nuevo concurso y así se hizo, con un precio base de licitación de 31,2 millones de euros para los próximos cuatro años, a razón de 7,8 millones por año.

La envergadura del contrato hizo que la concurrencia fuera muy importante. Siete empresas, algunas de ellas multinacionales extranjeras, presentaron sus propuestas, aunque dos han sido eliminadas por no tener la clasificación necesaria, una, y por baja temeraria, la otra.

Al final, la Mesa de Contratación del Ayuntamiento de Valencia, reunida ayer, decidió que la mejor oferta era la de ETRA, con un nivel técnico garantizado por su experiencia en el sector y, sobre todo, por una fuerte bajada en el apartado económico.

Según fuentes municipales, la adjudicación se ha cerrado por 5,3 millones anuales, lo que hace un montante global de 21,2 millones de euros. Se trata de 2,5 millones menos por año y 10 millones menos en el conjunto del contrato.

Ahora, la empresa adjudicataria deberá abonar una fianza de 800.000 euros para poder cerrar el acuerdo y acreditar que está al corriente de los pagos a la Seguridad Social y a la Agencia Tributaria. Sólo entonces será definitivo. También cabe la posibilidad de que haya algún recurso por parte de una de las empresas competidoras, extremo que por el momento se desconoce.