La Comunidad de Regantes de la Acequia de Mislata afea al Ayuntamiento de Valencia la destrucción de un ramal situado en la calle Camino Nuevo de Picanya para instalar una línea eléctrica y exige al supermercado que necesitaba la línea más de 15.000 euros. Esgrime la comunidad el convenio firmado en 2006 tras extinguirse el de 1985, en el que se señala que los regantes ceden las acequias previo acuerdo con el consistorio que, aseguran, no se ha dado en este caso. El ayuntamiento, por su parte, argumenta unas obras en el ramal en cuestión como pretexto para que la acequia pase, «de forma tácita», a ser de propiedad municipal.

La comunidad de regantes asegura que la instalación de la línea eléctrica destruyó una acequia «sin contar con la debida autorización» de la entidad. En el escrito remitido al consistorio, los regantes aseguran que en el convenio firmado con el ayuntamiento «para adecuar el uso y destino de la acequia y ramales» de la comunidad hay una cláusula que dice que las conducciones serán cedidas al ayuntamiento «cuando así lo decidan, de mutuo acuerdo», la comunidad y el consistorio. En el informe municipal que autorizó la instalación de la línea eléctrica, asegura la entidad, «los técnicos municipales han excluido» la frase que habla del mutuo acuerdo. «De esta forma, alterando el contenido de lo convenido, se creen con el derecho a disponer sobre las acequias de esta comunidad de regantes», señalan desde la asociación.

La Concejalía del Ciclo Integral del Agua del consistorio explica que la misma cláusula arguye que los ramales «fuera de uso en la actualidad o en el futuro» son cedidos al ayuntamiento «de forma definitiva», lo que les autoriza a hacer uso de él a no discurrir agua por el ramal destruido.

Además, Ciclo Integral del Agua va más allá y explica en un informe que en el año 2012 y a petición de la Fundación Deportiva Municipal, se detectó que el ramal en cuestión «presentaba considerables pérdidas de agua del Turia que eran vertidos en el saneamiento municipal». «El ayuntamiento se gastó su dinero porque ya se entendía por ambas partes „estaba presente el guarda de la acequia„ que el citado cajero se encontraba fuera de uso y formando parte del sistema de saneamiento municipal, para evitar las pérdidas de agua de riego en su acequia, realizándose un tape mediante un muro de hormigón que garantiza la estanqueidad absoluta del brazo e impedía la pérdida de agua del Turia», continúa el informe, que señala que el cajero , la parte del talud entre el nivel del agua y la superficie del terreno, que discurre por la calle Camino Nuevo de Picaña pertenece al consistorio «de forma tácita».

Campos cedidos en 2001

El ayuntamiento, en cualquier caso, a quien la comunidad no exige cantidad monetaria alguna, rechazó en la Junta de Gobierno las peticiones de la entidad, que exigía, al menos, una disculpa, al entender que el «mutuo acuerdo» al que hace referencia el convenio de 2006 que esgrime la comunidad de regantes «no se aplica a las actuaciones que sobre las acequias cedidas pueda realizar el ayuntamiento, sino que es exigido para la aceptación futura de nuevos tramos de acequia». Además, señala que en el año 2001 el consistorio adquirió los campos que eran regados por la acequia en el marco del Proyecto de Reparcelación Forzosa del sector de Patraix, por lo que, «desde ese momento», los campos dejaron de tener derecho de riego, los ramales cayeron en desuso y, por tanto, siguiendo la lógica municipal, pasaron a ser de propiedad de la ciudad, que puede disponer de ellos como prefiera.

La comunidad de regantes había acudido al Tribunal de Aguas, que en septiembre de 2013 emitió una sentencia en la que condenaba al supermercado que precisaba la línea eléctrica a pagar 270 euros y a reponer la acequia o, en su defecto, a pagar la cantidad de 15.321,40 euros en concepto de indemnización.