Tres de las cuatro empresas públicas del Ayuntamiento de Valencia arrojaron pérdidas el año pasado, especialmente la Empresa Municipal de Transportes (EMT), cuya deuda de 23 millones de euros será refinanciada a largo plazo ante la imposibilidad de que el ayuntamiento haga frente a la misma sin incurrir en un grave desequilibrio presupuestario.

El primer punto de la Comisión de Hacienda celebrada ayer fue el informe de estabilidad de las empresas públicas municipales, que son la propia EMT, Aumsa, el Palacio de Congresos y Mercavalencia. De estas, únicamente Mercavalencia cerró el ejercicio pasado con beneficios, concretamente 1,6 millones a su favor, mientras que las otras tres arrojaron pérdidas desiguales.

En el caso de Aumsa, empresa dedicada a la realización de obras, estudios y gestión de suelo e inmuebles por encargo del Ayuntamiento de Valencia, las pérdidas se elevaron a 250.180 euros, mientras el Palacio de Congresos cerró el ejercicio son un saldo negativo de 1,5 millones de euros.

Estos «agujeros» en la cuenta de resultados, según el concejal socialista Pedro M. Sánchez, podrían ser asumidos por el consistorio valenciano sin poner en peligro el equilibrio presupuestario al que obliga el Plan de Ajuste, pero no ocurriría lo mismo si pusiera los 23 millones que acumula la EMT. De ahí que la Concejalía de Circulación haya anunciado para el mes de diciembre la aprobación de un Plan de Sostenibilidad de la empresa que, según Sánchez, incluye la refinanciación de esa deuda a largo plazo, lo que permitiría al consistorio acabar con la misma sin provocar un desfase en sus cuentas.

Según explicó Sánchez, la empresa ya ha negociado un acuerdo con un grupo de bancos para obtener ese crédito e incluirlo dentro de los planes municipales, que incluirían, así mismo, cambios en la gestión de la entidad. De lo que tiene dudas el concejal socialista es de la entidad que firmará ese crédito: el ayuntamiento o la empresa.