Hortensia García

valencia

La operación inmobiliaria del puerto interior de A Coruña proyectada por el ayuntamiento y el Ministerio de Formento que inspiró en su día los planes de Rita Barberá para la marina real Juan Carlos I está en dique seco. Con las plusvalías por la venta de los muelles portuarios en A Coruña se iba a financiar el nuevo puerto exterior de Punta Langosteira, una infraestructura que, en compensación por la catástrofe del Prestigue, se llevaba lejos del corazón de la ciudad los tráficos marítimos de mercancías peligrosas.

El Ayuntamiento de A Coruña fichó al prestigioso urbanista catalán Joan Busquets para diseñar el nuevo barrio de los muelles portuarios que supondría una nueva fachada urbana para la ciudad, que quedaría abierta al mar a través de unos terrenos donde se proyectaban usos terciarios, edificios singulares y 4.000 viviendas. La operación inmobiliaria de A Coruña se fraguó durante la etapa del alcalde socialista Francisco Vázquez. La idea, en pleno "boom" inmobiliario, era reconvertir para uso residencial y disfrute ciudadano una zona privilegiada pegada al casco antiguo y con vistas a la ría.

El modelo de A Coruña, similar también al que se llevó a cabo en Bilbao con la operación Guggenheim, inspiró el primer plan de financiación de las obras de la Copa del América de 2007. Rita Barberá proyectó viviendas con amarre en dos muelles portuarios con vistas a la dársena "vella" cuya venta permitiría financiar las infraestructuras de las regata. Finalmente, el plan de financiación se descartó con la llegada del PSOE al gobierno y las obras se financiaron con un crédito del ICO de 320 millones de euros.

El Ayuntamiento de A Coruña modificó el plan general de ordenación urbana incorporando los muelles, si bien el puerto y Fomento no han llegado a desafectar del uso portuario los terrenos. El principal avance en los últimos meses en la reurbanización del puerto interior de A Coruña ha sido el convenio suscrito entre la petrolera Repsol,que ocupa el 60% de los terrenos del puerto interior, y el ayuntamiento para trasladar la actividad en un horizonte no inferior a cinco años. Se espera que Repsol libere antes de 2020 una superficie de 98.300 metros cuadrados que, posteriormente, habrá que descontaminar.

Valencia, en este sentido, le ha comido el terreno al ayuntamiento de A Coruña, ahora gobernado por el PP, que ha dejado aparcado el proyecto en espera de inversores. El Ministerio de Fomento y el puerto de Valencia ya han cedido a la ciudad los terrenos de la antigua dársena. Si bien, no ha entregado los muelles portuarios en los que Rita Barberá proyectó viviendas. La alcaldesa, con todo, no renuncia a las "casitas" en la marina y confía en que tarde o temprano el puerto ceda ese suelo.

El planeamiento de la marina real Juan Carlos I está en fase de exposición pública. En una visita realizada esta semana por la alcaldesa a la exposición del plan en el edificio "Veles e Vents" la regidora solicitó al arquitecto y autor del plan, José María Lozano, que incorporase a la exposición planos y maquetas del proyecto de A Coruña para que los valencianos pudiesen comparar.

En el planeamiento de la marina de Valencia se ha pasado del modelo residencial del primer plan de financiación al modelo terciario intensivo, que tampoco se está librando de las críticas por la prioridad que se da al uso lucrativo y de negocio en detrimento de las dotaciones ciudadanas y los usos públicos.