La sentencia del juzgado de lo contencioso administrativo fue bien acogida en el Ayuntamiento de Valencia, que además de soportar la contaminación que generó la avería del emisario de Vera tubo que hacer frente a la reparación del mismo para acabar con esa situación en el menor tiempo posible. Según Mª Àngels Ramón-Llin, lo más importante de la sentencia, más allá de la cantidad económica, es la validez que se da a la encomienda de gestión aprobada en su día por la Junta de Gobierno Local. En su opinión, el fallo sienta precedente y acaba con "los líos" que suelen generar este tipo de situaciones. Ramón-Llin entiende que las comunidades de gestión sirven precisamente para resolver estas situaciones y se alegra de que este caso se haya clarificado legalmente y con independencia de que la Generalitat y el Ayuntamiento sean administraciones hermanas políticamente hablando. "Se trata del dinero de los valencianos y estaba claro que nosotros no teníamos que pagar esos trabajos. Arreglamos el emisario urgentemente para evitar vertidos a la playa, no porque nos tocara", sentencia.