El edificio del Ayuntamiento de Valencia sufrió ayer un desprendimiento de cascotes desde una de sus torres laterales debido probablemente a las lluvias y el viento de toda la noche. Fue sobre las nueve de la mañana y no causó daños personales, pero eso ha obligado a los responsables municipales a ordenar una revisión completa de estatuas y cornisas en todo el complejo.

Según informaron fuentes municipales, el edificio del Ayuntamiento, así como todos los edificios de la plaza, se revisan año tras año antes de comenzar las «mascletades» de fallas. Se evita de esa manera un posible desprendimiento causado por el ruido precisamente cuando más gente hay en este popular recinto.

Ayer, sin embargo, cuando nada hacía temer una cosa así, desde una de las cúpulas laterales de la fachada, la de la derecha según se mira de frente, cayeron varias piedras sobre la acera algunas como el puño que no causaron daños personales.

Al detectarse el desprendimiento, la Policía Local acordonó la acera y avisó a los bomberos para que sanearan la parte de la fachada donde se había producido la rotura, labores que dudaron aproximadamente tres ahoras.

Todo parece indicar que la causa fue la lluvia y el viento que azotó Valencia durante la noche del miércoles y la mañana de ayer, aunque las fuentes prefirieron esperar a conocer los informes del cuerpo de bomberos. Y es que muy cerca de esta torre, rematada por una cúpula con cubierta de teja, se están llevando a cabo obras de rehabilitación del propio edificio, lo que incorpora nuevos elementos de riesgo para la zona.

Revisión en toda la ciudad

Independientemente de la causa, a raíz de este suceso se ha dado orden a los servicios municipales para que revisen todo el edificio y prevengan nuevos desprendimientos. Así mismo, la Concejalía de Seguridad Ciudadana ha propuesto a todas las unidades de distrito y a todos los policías de barrio que hagan lo mismo en sus respectivas demarcaciones, tanto en edificios públicos como en edificios particulares que puedan representar alguna amenaza.

A raíz de este incidente, el portavoz de Compromís en el Ayuntamiento de Valencia, Joan Ribó, anunció que preguntará en el próximo pleno cuándo se hizo la última inspección de la Casa Consistorial, catalogada como Monumento de Interés Local, y la periodicidad con la que se hacen estas inspecciones.