Santiago Máñez, director del hotel Marqués de Caro, no quiso perderse ayer la inauguración de la exposición del circo romano. «No sabíamos lo que había hasta que no estuvimos dentro», explicó Máñez en referencia a los restos arqueológicos que aparecieron durante las obras, entre ellos, las metas del circo que se han integrado en el restaurante. «Es un hotel único». «Las obras duraron siete años y tuvimos que adaptarlo todo a la ruinas».