Reducir al máximo la angustia de las mujeres con sospecha de tener un cáncer de mama al diagnosticar el tumor en su estadio más precoz es una de las características del nuevo mamógrafo que acaba de adquirir el hospital Doctor Peset de Valencia que realiza unas mil mamografías al mes que permiten detectar 200 casos de cáncer de mama al año.

El nuevo aparato digital, que ha costado 140.000 euros, mejora la calidad de las imágenes al poder visualizar el tejido mamario en tres dimensiones, lo que facilita la detección de lesiones en condiciones más difíciles como son las mamas de alta densidad, cuyo espesor está por encima de la media.

El hospital informó ayer que el nuevo mamógrafo incorpora la tomosíntesis, una nueva técnica que permite localizar el tumor en estadios muy precoces con mayor rapidez y con unas dosis de radiación muy bajas. Con el nuevo aparato se pueden hacer también pruebas de cribado, de diagnóstico o intervencionistas, como son las tomas de biopsias.

En este sentido, el mamógrafo se puede transformar en un sistema de biopsia guiada por estereotaxia, lo que permite visualizar durante la extracción la zona de interés que previamente se ha identificado con la mamografía para dirigir la aguja al punto exacto donde está el tumor.

«La precisión y fiabilidad de la estereotaxia, unido a las imágenes de mayor calidad hacen que la toma de biopsia sea mucho más segura y evita realizar técnicas más agresivas a la paciente», declaró el doctor José Vilar, jefe de servicio.