La Concejalía de Sanidad hizo ayer un llamamiento a la tranquilidad a los vecinos de Malilla tras analizar las plantas que proliferan en varios solares del barrio y comprobar que no son las mismas de la que se extrae la temida escopolamina, una droga conocida como burundanga. Esta sustancia tóxica provoca efectos alucinógenos y está siendo utilizada para cometer robos.

Tal como informó este diario, la Asociación de Vecinos de Malilla había reclamado en varias ocasiones al ayuntamiento que limpiase los solares ante la sospecha que se trataba de la planta tóxica. Tras hacerse eco este diario de los temores de los vecinos, alentados por una charla en el centro de mayores donde se alertó del aumento de los robos mediante la burundanga, Sanidad envió ayer a sus técnicos a la zona para analizar las plantas que, al final, han resultado ser ricino, una especie entre cuyos usos está el de purgante.

Fuentes de Sanidad explicaron que las plantas que han desatado la alarma en Malilla son plantas silvestres que pertenecen a la especie Ricinus communis, cuyas semillas son tóxicas por su contenido en albúmina. Pese a ello, el ayuntamiento no limpiará los solares ni eliminará las matas porque "no hay peligro" y para "no generar un precedente".

Los técnicos municipales aclararon que la mal llamada burundanga se extrae de la Brugmansia, una especie arbórea, vulgarmente conocida como floripondio que no está presente en los jardines de la ciudad. Un uso indebido de esta planta puede provocar alteraciones en la conciencia y otros efectos alucinógenos y tóxicos, la preparación para ello es complicada y muy poco conocida. "Sólo alguien con conocimientos suficientes sobre los efectos de los alcaloides escopolamina y atropina que contiene la planta, podría tener algún interés espurio para su uso".