La calle Sueca y sus adyacentes ultiman los preparativos para brillar, de nuevo, durante la próxima semana fallera. Desde primera hora de la mañana, dos máquinas de gran tonelaje y una decena de operarios se afanaron ayer en reasfaltar gran parte de la vía, hasta ahora acechada por las zanjas de las obras de la reurbanización a las que se está sometiendo el barrio desde el año pasado.

Tal como reveló ayer este periódico, está previsto que el lunes, una vez hayan finalizado estas obras de pavimentación de la calzada, la comisión Sueca-Literato Azorín ponga en marcha el montaje de la gran estructura de bombillas con la que tratará de pelear, otro año más, por el primer premio en cuanto a la iluminación fallera.

En concreto, y salvo contratiempo de última hora, está programado que a lo largo del domingo lleguen hasta el casal de la comisión los camiones en los que la compañía italiana De Cagna ha cargado todo el material luminoso que va a instalar para adornas la demarcación de la falla.

Pese a que sigue siendo un verdadero misterio la temática sobre la que versará la iluminación de estas fiestas, en las que Sueca-Literato Azorín celebra su 60 aniversario, sí que se sabe que habrá un total de 774.868 luces en el entramado diseñado por la experta empresa transalpina. La intención de los responsables de la falla es encender las bombillas durante el próximo 7 de marzo, aunque esa fecha dependerá de la decisión última del jurado.

El presupuesto que la comisión ha destinado este año a este ámbito de las fiesta, tras la revisión de las subvenciones municipales, ronda los 140.000 euros. De nuevo se ha contado con la ayuda de empresas patrocinadoras y el esfuerzo de los falleros miembros de la comisión.

Críticas al retraso de las obras

Los trabajos de urbanización en el barrio de Russafa, completados en casi el 80 %, se detendrán mientras los petardos y los monumentos falleros toman las calles de la ciudad. A partir del 20 de marzo, las obras regresarán a Russafa.

En este sentido, el grupo municipal de Compromís criticó el retraso en las obras y el desconocimiento de los vecinos sobre los plazos de los trabajos y el cierre al tráfico de las vías.