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Lozano: «Se podrá derribar si es para una ampliación museística»

El arquitecto asegura que, si se aprueba el proyecto, el nuevo edificio integrará los arcos medievales de las caballerizas

El arquitecto José María Lozano, autor de la propuesta de ampliación del Palacio Escrivá, matizó ayer las declaraciones del concejal de Urbanismo, Alfonso Novo, quien el lunes, tras la comisión de Urbanismo, aseguró que las caballerizas de la plaza del Conde del Real no se van a descatalogar y que incluso se reforzará su protección al quedar incluidas en el BIC del palacio.

Lozano interpreta que las fichas del catálogo de edificios del plan especial de protección (PEP) de Bienes de Interés Cultural de Ciutat Vella, que en breve saldrá a exposición pública y que determinará las actuaciones permitidas en este entorno monumental, «permiten derribar las caballerizas siempre que el solar se destine a la ampliación museística del palacio».

Lozano explicó que las caballerizas no se descatalogan y seguirán gozando de protección parcial. Únicamente se permitirá el derribo en el caso de que el palacio se amplíe para ubicar un museo. Se tratará de un museo privado puesto que la intención del dueño de la colección Serra de Álzaga no es, de momento, mostrarlo al público.

Lozano explicó que lleva mucho tiempo trabajando en la propuesta de ampliación del palacio Escrivá, concretamente, desde que Ramón Serra compró las caballerizas en el año 2000. Insiste en que las caballerizas no tienen valor histórico, con la salvedad de los arcos medievales, que quedarían integrados en el nuevo edificio de cuatro alturas y diseño moderno proyectado en la parcela de las caballerizas. «No pueden decirnos que nos dejan ampliar el palacio pero respetando la estructura de las caballerizas porque eso sería inviable». En la estructura actual no tendrían cabida los espacios proyectados por Lozano que incluyen garaje, montacargas, oficinas y una biblioteca. La intención de Ramón Serra es construir un edificio complementario al palacio, dotado de las condiciones de seguridad y espacio que requiere su colección de arte.

El palacio está declarado Bien de Interés Cultural y la restauración que llevaron a cabo sus dueños recibió el reconocimiento de los prestigiosos premios Hispania Nostra en 1992.

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