La anunciada, y esperada, reunión, entre Fomento, Adif y el Ayuntamiento de Valencia se produjo finalmente ayer, aunque sin que se produjeran avances concretos en el soterramiento de las vías y la Estación Central. La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, el teniente-alcalde, Alfonso Grau, y el edil de Urbanismo, Alfonso Novo, se entrevistaron con el secretario general de Infraestructuras del Ministerio de Fomento, Manuel Niño, y el presidente de Adif, Gonzalo Ferre, e incluso fueron a visitar la zona de vías en superficie antes del túnel de Serrería, en la avenida de Francia.

El compromiso más firme que logró arrancar la alcaldesa a ambos responsables ferroviarios fue el de celebrar un consejo de administración de la sociedad Valencia Parque Central, en marzo, para aprobar «la licitación de la primera fase de la zona verde del Parque Central», que comprende una superficie de 110.826 m2 junto a los barrios de Russafa y Malilla. Aunque la buena noticia llega con más de seis meses de retraso, ya que en enero de 2013 se anunció que las obras de esta primera fase del jardín, equiparable en superficie al parque de Benicalap, saldrían a concurso entre julio y septiembre del pasado año. Casi seis meses después el concurso sigue sin convocarse.

A Barberá, sin embargo parece no importarle esta demora y, frente a la beligerancia de otras épocas, ayer destacó, en un comunicado, que con el acuerdo alcanzado está ya «muy cerca el proceso para la puesta en marcha de los jardines y urbanización de prácticamente el 40% del Parque Central, que aglutina la parte desafectada al uso ferroviario colindante con Russafa y supone una franja importante del pulmón verde para el centro de Valencia».

El resto de asuntos que se tratarán en el consejo de administración de la sociedad Valencia Parque Central en marzo serán la «revisión», en palabras de Adif, de «proyectos ferroviarios pendientes en la ciudad, así como las actuaciones que se están realizando en esta materia». Fomento y Adif emitieron un comunicado conjunto en el que aseguraban haber mostrado a la alcaldesa de Valencia el «firme compromiso de llevar a cabo las actuaciones necesarias para la mejora de la integración del ferrocarril en la ciudad».

Y añadían que «la Sociedad Valencia Parque Central está trabajando en el análisis de las posibles alternativas de integración ferroviaria que se puedan financiar en el marco del convenio, mediante el desarrollo y adaptación por fases de las actuaciones pendientes, y la búsqueda de las mejores soluciones que sean viables técnica y económicamente». La «posible alternativa» que se baraja para Valencia es reducir de 2.100 a 1.000 millones el soterramiento de la playa de vías y la Estación Central, renunciando al eje pasante (el túnel por Marqués del Turia y la avenida de Aragón para el AVE y las cercanías). Una opción que Fomento sigue viendo «cara», a pesar de que el ministerio ha invertido 600 millones en la red arterial ferroviaria de Vigo sin necesidad de confiar a las plusvalías urbanísticas el grueso de la inversión necesaria para la obra ferroviaria, tal como se pactó en Valencia para financiar a tres bandas el Parque Central.

Aunque para conjurar posibles victimismos, Adif se encargó de recordar que «en estos años se han invertido en Valencia 470 millones de euros: más de 340 millones por parte de Adif en las actuaciones del Nudo Sur, donde se ha soterrado más de un kilómetro de vía, permitiendo la conexión de barrios históricamente separados por las infraestructuras ferroviarias, así como en la remodelación de la Font de Sant Lluís y el acceso sur donde ahora se ejecutan obras por 7 millones de euros más; y otros 130 millones por parte de la Sociedad Valencia Parque Central para construir las fases 1 y 2 del canal de acceso que permitieron la llegada del AVE en 2010».

El presidente de Adif también anunció que licitará un «estudio de viabilidad funcional y técnica de la prolongación del túnel de Serrería», que permitirá «la prolongación de la avenida de Francia y la Alameda hasta el PAI del Grao y Natzaret».