El Plan Confianza cumplió cinco años el pasado 20 de febrero sin satisfacer, al menos a la vita, las expectativas que se habían puesto en él. Concebido como réplica de la Generalitat Valenciana al Plan Zapatero, apenas si se ha invertido la mitad de lo previsto y hay varios edificios paralizados por falta de financiación, un dato que, además, siembra dudas sobre los últimos proyectos propuestos por el Ayuntamiento de Valencia, algunos muy emblemáticos.
De salida, el Plan Confianza, creado por un decreto ley de 20 de febrero de 2009, preveía invertir en Valencia capital algo más de 163 millones de euros antes de enero de 2011. La realidad, sin embargo, es muy distinta, básicamente por los problemas de liquidez que ha tenido la Generalitat Valenciana.
Cinco años después de aquel decreto, se han adjudicado obras por valor de 80 millones de euros, ni siquiera la mitad de lo previsto. Y lo peor es que hay obras que se han quedado paralizadas por problemas con el dinero. La más importante es el pabellón deportivo de Nou Moles, que nace con un presupuesto cercano a los 13 millones de euros y ambiciosas dotaciones como piscina cubierta, pabellón deportivo con gradas para más de dos mil personas, salas de gimnasia etc. En la actualidad es un enorme socavón con el que los vecinos de la zona ya no saben qué hacer. De hecho, este lunes de manifestarán en el barrio para pedir una solución.
También está paralizado el centro de Mayores de Monteolivete, para el que estaban previstos dos millones de euros. Las obras se detuvieron el pasado verano cuando ya estaba terminada la estructura exterior y se había iniciado la adecuación del interior, donde estaba programada hasta una sala de baile.
El tercero de los proyectos frustrados es el polideportivo de la Fuensanta, que está empezado pero sin terminar tan siquiera la estructura. La inversión prevista es de dos millones de euros y en este caso la gravedad es doble por tratarse de un equipamiento ideado hace una década que ha sufrido sucesivos parones y cambios de financiación.
Incluso las obras del Ayuntamiento de Valencia, valoradas en 3,5 millones de euros, han estado a punto de paralizarse por este motivo. Sólo una mediación de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, impidió que los trabajadores salieran de la casa consistorial y abandonaran este simbólico proyecto.
Con estas premisas, la evolución del plan genera muchas dudas y pone al borde del abismo la última lista de proyectos incorporada por el Ayuntamiento de Valencia, algunos muy significativos y todos constituyentes de un paquete de más de 28 millones de euros que es toda la inversión que debería tener la ciudad este año. Así al menos lo presentó Rita Barberá cuando presentó los discretos presupuestos municipales de 2014.
Entre esos proyectos está la rehabilitación del Colegio del Arte Mayor de la Seda ( 1 millón), la estructura del monasterio de San Vicente de la Roqueta (1,1 millones), las conducciones del Cabanyal (8 millones) o el parque lineal de Benimàmet (4,5 millones).
Hay que decir en defensa del Plan Confianza, cuya última prórroga termina a finales de este año, que ha proporcionado importantes dotaciones a la ciudad, entre ellas retenes de la Policía Local o la reconversión del barrio de Russafa. Pero de momento, pesan más los incumplimientos.
