Los valencianos tendrán que conformarse, de momento, con la mitad del Parque Central. Así se desprende, al menos, de las declaraciones del presidente del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), Gonzalo Ferre, tras la celebración ayer del consejo de administracion de la Sociedad Parque Central, que había estado un año sin reunirse y al que asistieron la consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig, y la alcaldesa, Rita Barberá.

Ferre aseguró ayer que «no es previsible que en los próximos años haya disponibilidad presupuestaria» para financiar las obras ferroviarias pendientes en la ciudad, es decir, el soterramiento de las vías, la Estación Central y el eje pasante. Las prioridades para Adif son ahora otras, como «llevar el AVE dónde todavía no ha llegado», algo que sí ha ocurrido en Valencia, remachó Ferre.

Adif anunció ayer que, a instancias de las administraciones valencianas, se «reconsiderarán las infraestructuras pendientes y se estudiarán las necesidades del tráfico ferroviario». Gonzalo Ferre admitió que «no se dispone de estudios que acrediten la necesidad» de las infraestructuras previstas, entre ellas el túnel pasante que atravesará el centro de la ciudad. Los estudios que se hagan ahora se basarán en las nuevas necesidades de la ciudad.

La alcaldesa, Rita Barberá, en línea con el presidente de Adif, aludió a la deuda de 40.000 millones de euros de las obras ferroviarias que arrastra el Ministerio de Fomento y apuntó que «las circunstancias» en relación al convenio de 2003 «son distintas».

Por eso, dijo, «la solución ferroviaria se va a ajustar a la realidad y se rediseñará de acuerdo a las necesidades actuales». Es probable, continuó la regidora, «que haya infraestructuras que no se vayan a utilizar en décadas». Barberá recalcó, no obstante, que «nadie renuncia a nada» ni al soterramiento de las vías, ni a la centralidad de la estación ni al túnel pasante. Aunque esta última infraestructura «se hará cuando haga falta», añadió.

En relación a la estación central diseñada por César Portela, como ya se dijo se hará «más sencilla», «menos profunda», y con ello «más barata». Su rediseño podría encargarse al mismo arquitecto, según apuntó ayer Gonzalo Ferre.

El presidente de Adif añadió que se estudiará lo que pide el ayuntamiento y destacó que «se hará lo que quieran los valencianos». Ferre puso el acento en el hecho de que los valencianos van a disponer de un nuevo parque de 120.000 metros cuadrados, en alusión a la licitación de la primera fase del gran jardín, la que no está afectada por el soterramiento de las vías, que arrancará, si no hay nuevos retrasos, después de verano.

Sin el soterramiento de las vías y la nueva estación central será imposible completar la operación del Parque Central que prevé la construcción de un gran jardín sobre los terrenos liberados de la playa de vías. Los terrenos incluyen aprovechamiento urbanístico (terciario y residencial).

Sin línea presupuestaria del Gobierno y sin poder ampliar la línea de crédito por la incertidumbre en torno a las obras ferroviarias,la Sociedad Parque Central confía en los ingresos que pueda obtener por la venta de las parcelas no afectadas por el soterramiento de las vías para lograr nueva financiación para las actuaciones pendientes.

Preguntados sobre la ejecución de infraestructuras ferroviarias en otras ciudades, como Vigo o Murcia, mientras las de Valencia se aparcan en un cajón, los responsables de Adif apuntaron que «ninguna de estas obras es comparable a lo que se tiene que hacer en Valencia». Apuntaron que en Vigo «se ha hecho un túnel por una cuestión de orografía».