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«Hay que proteger el patrimonio industrial y, sobre todo, reutilizarlo»

Diana Sánchez, presidenta de la recién creada Asociación de Patrimonio Industrial Valenciano, propone que Bombas Gens se convierta en colegio

Denunciar el abandono, los malos usos y derribos injustificados, valorar, promover la protección y, sobre todo, incentivar la reutilización son los objetivos de la Asociación de Patrimonio Industrial Valenciano (Apiva) que esta tarde se presentará en sociedad. Lo harán con una mesa redonda en el Museu d'Historia de Valencia en la que participarán el director del Museo Nacional de Cerámica González Martí, Jaume Coll, el director del Museo Arqueológico de Alcoi, José Mª Segura.

La presidenta de la nueva asociación en defensa del patrimonio industrial, la arquitecta Diana Sánchez, explicó ayer en declaraciones a este diario que la idea de crear la asociación surge de un grupo de personas «apasionadas por los edificios industriales», en su mayoría licenciados en historia, arquitectos e ingenieros, preocupados por la pérdida y degradación de un patrimonio cada vez más reconocido en ámbitos académicos pero aún poco valorado por el ciudadano de a pie.

Diana Sánchez asegura que la asociación nace «sin ninguna vinculación política» y aspira a «llenar un hueco» que hay en la Comunitat Valenciana. «Hay movimientos vecinales que defienden algunos casos pero no existe un colectivo específico». «Nos gustaría darles apoyo».

«La idea no es poner el foco solo sobre edificios en peligro, también sobre maquinarias, bienes muebles o procesos productivos como el de la cerámica», explica Diana Sánchez. La asociación quiere hacer hincapié en la difusión y para eso organizarán rutas por los principales hitos industriales de la ciudad, jornadas informativas, actividades y talleres infantiles.

Apiva, apuntan sus impulsores, «nace con unos objetivos muy claros, que son la difusión y protección del patrimonio industrial para dar a conocer a todos los ciudadanos este patrimonio desconocido por muchos e infravalorado por otros, el cual es muestra de la historia reciente económica y social de la comunidad».

En Valencia, explica la presidenta de la asociación, «los principales puntos de interés estarían ahora en la Ceramo y Bombas Gens». «También nos interesan las naves de madera de la Cros, que se han recuperado pero están sin utilizar». También preocupa la situación de los molinos de la huerta, algunos muy degradados como el «dels frares» pese a estar protegido como Bien de Relevancia Local.

Diana Sánchez recalca que no es una cuestión sólo de proteger «también hay que gestionar y reutilizar». «Debemos explicar a los propietarios que pueden reutilizar los edificios y sacar un rendimiento sin que pase necesariamente por hacer viviendas». «Viviendas sobran», insiste Diana Sánchez, que tampoco es partidaria de destinar siempre los edificios industriales a museos. «En los barrios hacen falta bibliotecas, guarderias, centros de ocio y culturales, pequeños supermercados e incluso equipamientos.» «Bombas Gens podría albergar por su superficie un colegio».

Precisamente, Diana Sánchez centró su tesis en una metodología para la reutilizacion de los edificios industriales. En concreto, analizó la recuperación de las naves de madera y hormigón de la Cros, la primera destinada a polideportivo de gestión privada y la segunda cedida al Arzobispado para albergar una iglesia. Sánchez destaca como una buena intervención «Las Naves» de Juan Verdeguer, convertidas en un espacio multiusos, sin embargo, a pocos metros la Harinera y otras naves industriales amenazan ruina.

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