El Ayuntamiento de Valencia ha bloqueado otra licencia de obra mayor para la rehabilitación de fachadas de un edificio del barrio del Cabanyal ubicado en la calle Progreso 361 y 363, fuera del ámbito afectado por la prolongación de Blasco Ibáñez. Se trata de un edificio de tipología modernista popular bastante deteriorado. Con esta suspensión cautelar son ya 40 las licencias que el ayuntamiento mantiene bloqueadas desde 2009, año en que entró en vigor la orden del Ministerio de Cultura que declaró expolio el plan de reforma del Cabanyal.
El procedimiento en el caso de la licencia de la calle Progreso no se sale del guión. El Servicio de Licencias Urbanísticas del ayuntamiento concede la licencia al titular, si bien la bloquea en aplicación de la orden ministerial de 2009 que suspendió el Pepri del Cabanyal por entender que el derribo de 1.600 viviendas para la prolongación del Cabanyal constituía expolio del patrimonio.
El ayuntamiento, haciendo una interpretación estricta de la citada orden, mantiene suspendidas las licencias de obra y actividad que se solicitan en todo el ámbito del Pepri, pertenezca o no al Bien de Interés Cultural. Salvem el Cabanyal y la oposición han denunciado que el ayuntamiento utiliza esta suspensión de licencias para castigar al barrio por oponerse a la gran avenida.
Los socialistas recuerdan la aclaración de la Abogacía del Estado en su informe de 2010 donde destacó que las licencias que mantienen la trama urbana pueden concederse y que la suspensión solo afecta a aquellas actuaciones del plan urbanístico que alteran los valores patrimoniales.
El vicealcalde, Alfonso Grau, responde que el informe del abogado del Estado «no es vinculante» y que existe una sentencia de 2010 que deja clara la suspensión cautelar en todo el ámbito del plan urbanístico. Incluso el acuerdo suscrito en octubre pasado por la comisión bilateral Gobierno-Generalitat para desbloquear la situación del barrio establece que «hasta que se concluya la adaptación del Pepri, la Generalitat se compromete a adoptar las medidas necesarias para garantizar el mantenimiento de la suspensión de la ejecución del plan en los términos previstos la orden ministerial de 2009».
Pese a todo, el vicealcalde, Alfonso Grau, declaró a este diario que el ayuntamiento quiere trabajar en el barrio y empezaría a «actuar ya si el Ministerio de Cultura levanta mañana la suspensión cautelar de las licencias».
Grau se reunió el lunes con Salvem el Cabanyal y la Asociación de Vecinos del Cabanyal, que le pidieron diálogo y un nuevo plan urbanístico consensuado para rehabilitar el barrio. Rita Barberá adviritó el martes de que la prolongacion de Blasco Ibáñez es «irrenunciable». La alcaldesa quiere ahora que la orden ministerial se adapte al plan y no a la inversa como establece el acuerdo de la comisión bilateral Gobierno-Generalitat de octubre pasado.
