Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

Jesús Barrachina: "En Convento Jerusalén podría estar hasta los 200 años como presidente"

"Armiñana me ha llamado para montar una falla y le he dicho que estoy buscando plaza", bromea

Jesús Barrachina José Aleixandre

La gente ha podido asimilar unas Fallas sin Canal 9, pero ¿sin Jesús Barrachina?

Las pasadas Fallas las pasé ingresado en La Salud, del 17 al 22 de marzo. Eso, el trabajo y los problemas económicos me hacen apartarme de la fiesta. En Convento Jerusalén podría estar hasta los 200 años de presidente, porque hay mucha gente muy preparada detrás que me permitían hacerlo.

¿Sus problemas de salud han sido determinantes?

Determinantes, más que nada, han sido los problemas socio-económicos. Los de salud, gracias a Dios, se cogieron a tiempo. Ahora fumo seis cigarros al día, no bebo, ando y estoy a régimen. Y estoy bien porque, además, me resisto a estar enfermo.

Esos apuros económicos ¿también podrán solventarse?

En eso estamos luchando. Pero me imagino que no será tan rápido. Llevará mucho trabajo, ese tira y afloja para llegar a soluciones que satisfagan a ambas partes.

S0n 26 años de presidente...

Son 27, porque yo cuento por falleras mayores, y son 27.

Y de todos esos años en el cargo, ¿con qué se queda?

Con que nos hemos situado como una falla que está en la pomada todos los años. De los 27 habrán sido muy pocos los que no hemos quedado entre los tres primeros. Quiero decir que la falla mantiene un ritmo constante. Eso es lo que más satisfacción me da. Eso y que somos un grupo en el que hay de todo: ricos, pobres y de todos los colores.

De hecho, gracias a esa constancia ustedes acabaron con la hegemonía de Nou Campanar...

Estos últimos años hemos estado luchando contra la adversidad. Teníamos a mi gran amigo Juan Armiñana que hacía aquellos «parques temáticos», como aquella falla de la Copa América. Aquel monumento es irrepetible.

¿Es sólo una casualidad que los dos dejen de ser presidentes de su falla el mismo año?

Lo hemos hablado muchas veces, «como nos dé la 'volada' un día nos vamos a una plaza y hacemos una barbaridad» (se ríe). Él está descansando estos días, pero me ha llamado para decirme «oye, vamos a montar una falla». Yo ya le he dicho que estoy buscando una plaza (bromea). La verdad es que es un gran amigo y un gran fallero, y me ha quitado siete primeros premios como siete soles.

¿Echa en falta muchos primeros premios en el palmarés?

El de este año, por ejemplo. Me alegro mucho porque haya sido para el Pilar, una comisión muy amiga, pero esta es una de la cosas que me ha ayudado a cansarme. Haces un esfuerzo máximo y, a veces, no tienes ninguna recompensa. Antes chillaba y me enfadaba, pero ahora me he dado cuenta de que ya no.

«Lo peor de perder es la cara de gilipollas que se te queda». ¿Es consciente de que esta frase suya ha pasado a ocupar un sitio en la historia de las Fallas?

Es que era cierto, se me había quedado un cara de gilipollas enorme. Me alegro de haber pronunciado esa frase y que ahora forme parte de la historia.

Dígame, ¿qué hace un Presidente Honorario Perpetuo?

El presidente ahora es Santiago Ballester. En vez de hacerme fallera mayor han querido agradecerme con esto unos años de servicio en la falla, pero nada más. Ahora iré a la falla cuando pueda, porque llevo en ella el 50% de mi vida y me va a hacer falta estar allí, hablar con los falleros y discutir. En definitiva, seguir con la vida fallera.

¿Qué opina de su sucesor, Santiago Ballester?

Estaba de vicepresidente primero y llevaba el «palo de la gaita» desde hace años. Nació en la falla, su padre es de los más antiguos de la comisión, su madre fue presidenta de la comisión femenina y él es un fallero de pro. Espero que no se canse, porque esto cansa.

¿Qué debe hacer un presidente para no terminar «quemado»?

Ir con la manguera apagando los incendios. Así la comisión puede durar miles de años.

Compartir el artículo

stats