Lo que se desprendió del techo del aula de Infantil del colegio público Cervantes de Valencia no fueron cascotes de escayola sino «el recubrimiento ignífugo de las vigas de los techos que es una espuma que se solidifica», explicó ayer un portavoz de la Conselleria de Educación, como si la descripción técnica del tipo de material que se precipitó repentinamente contra el suelo restara gravedad al incidente que se registró en la zona de juegos de un aula de niños de 4 años.

«Se va a investigar porqué se ha desprendido (el techo)», agregó un portavoz oficial que indicó que durante estas vacaciones se harán las «reparaciones oportunas», tanto en el aula afectada como en todas las clases que se encuentren en condiciones similares para que no vuelvan a producise incidentes similares.

Según ha informado la asociación de madres y padres de alumnos, la decisión de revisar todas las aulas se ha acordado tras la reunión que la misma tarde del incidente (este martes) mantuvieron la directora del colegio, el presidente del Ampa, dos padres de alumnos que son arquitectos con la inspectora de zona, el inspector jefe, un arquitecto, el jefe técnico, un especialista en patologías de la construcción, el director territorial de Educación y un encargado de Secopsa que en primer lugar revisaron todas las aulas de Infantil (son tres) y a la vista de la situación en la que se encontraba se decidió que era necesario revisar todas las aulas del colegio.

Representantes de la consellería acordaron que ayer se revisarían y limpiarían todas las aulas de Infatil y que durante las próximas vacaciones se colocará una malla de seguridad y volverá a instalarse el falso techo.

El examen de las instalaciones también ha descubierto deficiencias en aulas del segundo piso, donde en 1997 se hizo una ampliación sin aislamiento que dispara la temperatura en su interior tanto de frío como de calor por lo que los técnicos han decidido retirar los ventiladores, fijar las bóvedas y colocar nuevos falsos techos.

La visita de los técnicos permitió repasar asuntos pendientescomo la homologación de los aparatos de aire acondicionado que se instalaron hace 8 años y que todavía no ha llegado, así como disponer de la autorización para pintar el suelo del patio infantil, paralizado desde hace dos años, a pesar de que lo costearán los padres.