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Los hosteleros piden derribar los pórticos tras la Pascua

Los restaurantes se niegan a la demolición urgente de la obra, en el paseo marítimo, por la afluencia de turistas

Los hosteleros piden derribar los pórticos tras la Pascua

Los dueños de los restaurantes más cercanos a los ruinosos pórticos del Paseo Marítimo se niegan a que se efectúe su derribo, al menos hasta que finalicen las vacaciones de Semana Santa. Esta construcción, de acero y hormigón, está instalada en el Paseo Marítimo a la altura de la Acequia de la Cadena y presenta serios problemas en los elementos de sus estructura.

Según fuentes de la asociación de hosteleros de la zona, la negativa al derribo urgente de los pórticos se debe a que la demolición en estas fechas de una obra de dicha envergadura les podría perjudicar, ya que en esta época del año el paseo se llena de visitantes y los trabajos de derribo podrían ahuyentar a los clientes debido al ruido y la suciedad.

En este sentido, los hosteleros quieren aclarar que su negativa viene provocada únicamente por los posibles daños de imagen que podría suponer para esta zona del Marítimo en estas concurridas fechas, más que por las pérdidas económicas que pudieran causar a los establecimientos de restauración del paseo.

Hasta el momento, a pesar de que el Ayuntamiento de Valencia ha pedido a la Demarcación de Costas la autorización para un llevar a cabo un derribo controlado, los pórticos siguen en pie y sólamente permanecen protegidos por vallas de baja altura, con las que se pretende resguardar a los peatones de un posible desprendimiento de cascotes. Todo ello siendo esta una de las épocas del año con mayor tránsito de turistas y con mucha actividad en los locales del Paseo Marítimo, para quienes el posible derrumbe podría suponer un alto riesgo. Los hosteleros afirman no tener noticias sobre la fecha concreta en la que tiene intención de efectuar el derribo, pero en caso de que lo hiciera durante las fiestas de Pascua, los hosteleros apuntan que iniciarían algún tipo de trámite para aplazar la decisión.

Esta estructura de 1991 que pretendía marcar el encuentro del paseo con la avenida de los Naranjos nunca ha cumplido su fin, ya que entre ambos se interpone el Hospital de la Malva-rosa, del que habría que derribar una de sus alas.

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