El Ministerio de Fomento ha sacado a licitación la «redacción del estudio de viabilidad técnico-económica de la prolongación sur del túnel de Serrería», un primer paso del proyecto que ha propuesto el Ayuntamiento de Valencia para resolver la salida del AVE hacia el norte y quitar las vías que estrangulan el avance de la ciudad hacia el mar por el antiguo cauce. El precio base de licitación es de apenas 356.375 euros, que saldrán de los primeros 4 millones que el Gobierno ha puesto en sus presupuestos para este plan y de los fondos europeos.

En la actualidad, el tren de alta velocidad llega a la estación provisional Joaquín Sorolla y «muere» allí. Para seguir hacia Castelló debía construirse un «túnel pasante» que atravesara toda la ciudad hasta salir por el norte, un proyecto que en su versión más económica (estación central incluida) no baja de los mil millones de euros, una cifra inasumible en los tiempos actuales.

Había, pues, que buscar una alternativa y la propuesta del Ayuntamiento de Valencia es que el tren llegue a la estación provisional y en vez de seguir adelante, vuelva hacia atrás y siga por el borde sur de la ciudad buscando el actual túnel de Serrería, que ahora empieza justo al otro lado del cauce. De hecho, todo el cauce es cortado por un puente ferroviario que impide desarrollar el PAI del Grao, que supondría la conexión de Valencia con el puerto a través de un gran delta verde.

Pero claro, esa propuesta hay que estudiarla mucho, tanto en el plano técnico como económico, que es lo que se pretende hacer con este estudio de viabilidad ahora sacado a concurso.

Más tiempo, menos dinero

En el plano técnico ya se sabe que el AVE perderá entre 8 y 10 minutos de tiempo en volver atrás y dar el rodeo, una merma que parece estar asumida por todas las administraciones. Y luego habrá que ver si el túnel de Serrería, por el que discurren los trenes de cercanías y de mercancías, tiene capacidad también para los trenes de alta velocidad, un aspecto sobre el que el vicealcalde Alfonso Grau disipó bastante dudas al asegurar que los técnicos de Adif estaban convencidos de que sí.

Por lo que se refiere a las cuestiones económicas, el proyecto arroja más dudas, pues habría que prolongar el túnel de Serrería hasta la V-30 para evitar que el AVE vaya por la ciudad en superficie y agrande la trinchera ferroviaria. Habría que hacer también trabajos en el túnel actual y buscar una solución para conectar la estación provisional actual con la entrada al túnel, muchas cosas y muy caras, aunque, sin duda, más baratas que el «eje pasante» previsto en un principio.

Hay, además, otro elemento de carácter puramente urbano pero también a tener en cuenta por la administración central, que juega a favor de este proyecto, que es, como se ha citado antes, la conexión de la ciudad con el puerto a través del antiguo cauce. En la actualidad, el puente ferroviario trazado sobre el río para que apenas doscientos metros más allá el tren entre en el túnel de Serrería estrangula completamente el PAI del Grao, cuyo objetivo es trazar un gran delta verde desde prácticamente la Ciudad de las Artes y las Ciencias hasta la Marina Real Juan Carlos I.

De eliminar ese obstáculo ferroviario, ese PAI, que como muchos otros necesitaría también de un impulso privado difícil de conseguir en estos momentos, tendría posibilidades de salir adelante, al menos en lo que a parte municipal le corresponde.